Bastante bien ha venido resolviendo situaciones difíciles el presidente de Sepi, en el planteamiento y desarrollo de la tarea de librar al Estado de sus presuntas joyas, las empresas públicas que han sido privatizadas en los últimos años. Pedro Ferreras ha logrado, incluso, desprenderse de algunas empresas “muermos” que en algún momento hubiera parecido imposible, y se hubieran regalado, incluso, con dinero de propina.
Pues bien, a don Pedro le quedan todavía algunas tareas punto menos que imposibles. Está por ver cómo se resuelve el caso RTVE, y su casi billón de deuda acumulada. Y el caso, si cabe, más sangrante todavía de la “doble A”, Aerolíneas Argentinas, un pozo sin fondo en el que en mala hora se metieron Iberia, el INI, y el Gobierno español, todos a una. Una vez que Iberia ya consiguió escapar de ese pozo negro, la papeleta le corresponde de lleno a Pedro Ferreras, y cabe señalar que está siendo muy apoyado por la opinión pública española, perfectamente harta del altísimo coste que sigue suponiendo la presencia accionarial en “doble A” y del fortísimo hartazgo que origina, ahora mismo, el conflicto laboral, que suma más pérdidas a las ya muy abultadas por el funcionamiento normal de la línea de bandera azul.
Van a venir a España sindicalistas argentinos, a ver cómo se resuelve la cuestión. Y sería bueno que escucharan de manera terminante que los españoles ya no tienen línea aérea estatal en su propio territorio. Con menos razón la quieren mantener en territorio extranjero.
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