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Katia Borrás

Ver.di, disolverse para fusionarse

Nada se interpone ya a la fundación de Ver.di, el sindicato unificado de servicios alemán.

En un congreso celebrado este fin de semana en Berlín, cada uno de los cinco sindicatos candidatos a la fusión aprobó su integración en Ver.di, previa disolución individual. Los resultados de la votación secreta han sorprendido a los más optimistas, puesto que la mayoría necesaria era del 80% de votos, habiéndose alcanzado 87,1 por ciento de votos a favor en el Sindicato de los Servicios Públicos y Transportes (ÖTV), 89% en el Sindicato Alemán de Empleados (DAG), 80% en el de medios de comunicación (IG-Medien), 84% en el de Comercios, Bancos y Seguros y 91,4% en el de Correos (DPG). Si uno solo de los candidatos no hubiese alcanzado la mayoría requerida, la macrofusión no se hubiera podido llevar a cabo.

Con el 94,7% de los votos a su favor, Frank Bsirske, hasta ahora presidente del sindicato ÖTV, se hará cargo de la dirección de Ver.di. Antes de su elección, el hombre del apellido difícil de pronunciar y miembro del partido de Los Verdes era prácticamente un desconocido.

Desde este lunes y durante un congreso de tres días que se celebra en Berlín los miembros fundadores intentarán establecer las estructuras de este recién nacido macrosindicato alemán. Con tres millones de afiliados que se dedican a mil profesiones distintas, desde recogedores de basura hasta funcionarios de universidad, pasando por expertos en tecnología de la información, Ver.di será la mayor agrupación del mundo occidental defensora de intereses profesionales comunes.

Una vez superado el difícil obstáculo de coordinar la fusión de cinco de los sindicatos mayoritarios alemanes, el principal objetivo del macrosindicato Ver.di será ganar adeptos, puesto que también en Alemania las inscripciones de nuevos afiliados brillan por su ausencia. Los sorprendentes resultados de las distintas votaciones que han posibilitado la fundación de Ver.di podrían dar pie a los trabajadores no afiliados a ningún sindicato a reconsiderar su postura, sobre todo, teniendo en cuenta los grandes cambios de estructuras laborales que anuncia la sociedad de la información.

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