Tras la caída del -0,8% en la inflación experimentada en noviembre, el gobierno ha confirmado que no efectuará la compensación para los pensionistas a comienzos del próximo año, según ha adelantado este martes El Economista.
Esta decisión se debe a que la subida aplicada en este año 2020 (0,9%) ya ha sido superior al incremento de precios, que, de hecho, han disminuido. De esta forma, el colectivo de pensionistas habrá ganado este 2020 entre un 1,7% y 1,9% de poder adquisitivo.
La famosa paguilla es una compensación que suele abonar la Seguridad Social al comienzo del año, y que tiene el objetivo compensar la diferencia entre la revalorización aplicada a las pensiones y el incremento final de los precios. Por ejemplo, esta paguilla se abonó en 2018, cuando a inicios de año se había aplicado una revalorización de las pagas del 1,6% y el IPC cerró el ejercicio en el 1,9%, por lo que la paga compensatoria cubrió esas tres décimas de diferencia.
Aún así, esta situación ya se descontaba a mediados de año, cuando se empezaron a conocer las consecuencias económicas de la pandemia. Eso sí, el ministerio de Seguridad Social, encabezado por José Luis Escrivá, ha descartado en varias ocasiones que esta situación vaya a provocar una especie de paguilla inversa. Es decir, que estas compensaciones solo se realizan cuando los pensionistas pierden poder adquisitivo, pero no en caso de que se les haya pagado de más, como ha ocurrido este año.
Por otro lado, de cara al próximo año 2021, el Gobierno ha estimado una revalorización de las pensiones igual a la del 2020, del 0,9%, que se corresponde con la inflación prevista para este período. Cuando acabe el ejercicio, se verá el comportamiento real de los precios, de manera que, si la inflación sube por encima de ese 0,9%, se compensará a los pensionistas con una paguilla en 2022.