El Ayuntamiento de Madrid tiene claro que los destrozos provocados por la borrasca Filomena motivan la presentación de la declaración de "zona catastrófica". José Luis Martínez Almeida y su equipo cuentan con el respaldo del gobierno autonómico madrileño, que está acompañando el proceso de recopilación de datos necesario para justificar esta declaración y también ha anunciado que respalda idénticos pronunciamientos en todos los ayuntamientos de la región que presentan daños significativos.
La declaración de "zona catastrófica" está regulada por la Ley 17/2015, de 9 de julio, del Sistema Nacional de Protección Civil. Según describe la norma, el término se refiere a los daños provocados por una emergencia cuya magnitud requiere de la intervención de la Administración General del Estado para su recuperación.
En consecuencia, proceder legalmente por esta vía abriría las puertas a la cobertura del coste de los daños a particulares (por ejemplo, coches destrozados, edificios dañados…) y también permitiría articular una serie de exenciones fiscales. Tales ventajas se aprueban cuando se producen "daños personales o materiales derivados de un siniestro que perturbe gravemente las condiciones de vida de la población" y/o la paralización "de todos o algunos de los servicios públicos".
Evidentemente, los daños que ha provocado la borrasca Filomena obedecen precisamente a este tipo de daños, pero ¿de qué forma se cuantifican las pérdidas sufridas en los últimos días? Fuentes consultadas por Libre Mercado apuntan que el gobierno municipal se ha puesto en contacto con el autonómico para integrar esfuerzos e intercambiar estudios de impacto. En paralelo, desde el Ayuntamiento de la capital han contactado con patronales, asociaciones empresariales y entidades especializadas en estudios económicos, para recabar valoraciones y estimaciones.
Uno de los ejercicios realizados consiste en tomar como referencia la participación en el PIB de cada sector de actividad y cruzar dichos datos con la evolución de las ventas con tarjeta de crédito, facilitadas por la herramienta Pulso del Banco Sabadell. Haciendo este cálculo se puede comprobar que, en poco más de una semana, la capital ha perdido hasta 1.000 millones de actividad económica. Sector por sector, se han detectado caídas en restauración que llegan al 42%, además de fechas en las que la facturación de muchos comercios ha sido nula.
A esto hay que sumarle otro tipo de costes. Por ejemplo, se estima que 150.000 árboles están dañados. Aunque en dos meses se conocerá de forma fehaciente el alcance total de los destrozos sobre el arbolado madrileño, ya se estima que será preciso invertir al menos 15 millones de euros en esta tarea. Solo en el parque del Retiro se estima que 11.000 de sus 17.000 árboles están dañados.