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Se dispara la demanda de casas fabricadas con paja: el éxito de estas construcciones

La manera más común de construir estas casas es utilizar una madera aislante preparada para soportar los temporales de lluvia o nieve.

La manera más común de construir estas casas es utilizar una madera aislante preparada para soportar los temporales de lluvia o nieve.
Proyecto realizado por Emma Martínez y Juan Pablo Pellicer | Inarquia

Puede sonar a una práctica medieval, pero lo cierto es que las casas fabricadas con paja están ahora más de moda que nunca. Este material ha demostrado ser más sostenible, más ecológico y resistente al fuego, aunque parezca inverosímil. Sin embargo, ya en 2017 había más de 500 casas construidas en España a base de este material y el resultado no podía ser mejor: ahorraban hasta un 75% más en energía que un hogar medio normal. Debido a las propiedades del material, estas viviendas pueden prescindir, en gran parte, del uso de la calefacción y del aire acondicionado por el efecto aislante que tienen.

Utilizando una estructura prefabricada de madera y unos bloques de paja, que ya vienen condesados y preparados para realizar esta función, es posible construir una casa de 100 metros cuadrados y de una sola planta en tres días. Otra de las ventajas que destacan desde Inarquia tiene que ver con el efecto aislante ya mencionado. "Las casas de balas de paja tienen un retraso de diez a siete horas, esto quiere decir que si la hora más calurosa del día es a las 14:00, ese calor no entrará al edificio hasta las 24:00 de manera que mediante la ventilación reduciríamos la temperatura sin necesidad de tener sistemas de climatización", aseguran.

Además, también son casas tremendamente duraderas, ya que las primeras que se construyeron cuentan ya con 130 años y siguen estando plenamente habitables. Por si fuera poco, son viviendas preparadas para soportar terremotos y son más resistentes al fuego. Por tanto, hacen de ellas una opción interesante también para combatir los fenómenos meteorológicos que puedan darse.

La manera más común de construir estas casas es utilizar una madera aislante en la fachada y preparada para soportar los temporales de lluvia o nieve. El gran inconveniente que tienen es que durante la construcción de la vivienda no debe llover, ya que los bloques de paja pueden verse dañados al entrar en contacto con el agua. Pese a ello, el éxito de estas viviendas es bastante constatable, ya que en Francia hay más de 6.000 viviendas e incluso edificios de 8 plantas construidos con este material y se levantan 500 nuevas construcciones cada año.

La huella ecológica —tan de moda ahora— es mínima, ya que se utiliza 50 veces menos energía que para la construcción de una vivienda de hormigón y el efecto aislante también hace posible que se pueda prescindir de una gran parte de consumo de calefacción o aire acondicionado. Por tanto, cabe pensar, y teniendo en cuenta las nuevas normativas europeas, que esta alternativa constructora puede ir ganando cada vez más peso en España y en el resto de Europa siguiendo el modelo de Francia.

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