La Seguridad Social ha registrado un 14,3% de bajas en pensiones con respecto a 2019 situándose en 571.924. Esto supone que ha habido unas 65.000 bajas más que el año anterior, una situación que se explica por el exceso de mortandad causado por la covid-19. Sin embargo, y según los datos del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), el gasto en pensiones no ha visto descender su partida ya que ha superado los 10.000 millones de euros por primera vez en la historia en un mes.
La explicación lógica sería pensar en un incremento de las altas de nuevos pensionistas, pero esto tampoco ha sido así. En 2020 se situaron en 531.843, un 5% menos que en 2019. El motivo del incremento del gasto se encuentra en un aumento de las nóminas que paga el Estado a los pensionistas.
Una parte de este hecho se explica por la revalorización de las pensiones, que ha sido del 0,9% según lo previsto en los Presupuestos Generales del Estado para 2021. En total, en enero la nómina mensual de las pensiones contributivas ha sido de 10.087,70 millones de euros, un aumento del 3,26% con respecto a 2020. Un crecimiento preocupante, ya que hasta mediados de 2018 el gasto mensual estaba por debajo de los 9.000 millones de euros.
En el informe del INSS también se informa de que han registrado 9.811.124 pensiones contributivas abonadas a 1 de enero (un 0,10% más que en enero 2020). De las cuales, 6.130.604 son de jubilación, 2.349.865 de viudedad, 949.193 de incapacidad permanente, 338.414 de orfandad y 43.048 en favor de familiares.
Cabe destacar que el aumento de la pensión media ha subido un 3,16% con respecto a enero de 2019, lo que explica el motivo por el cual se ha superado la barrera de los 10.000 millones. La pensión media se situó en 1.028,19 euros, 31,46 euros más que en el mismo mes del año anterior.
Una deuda de 100.000 millones de euros
El sistema de la Seguridad Social atraviesa un momento crítico y su reforma parece cada más apremiante. En estos momentos, la deuda con el Estado supera los 100.000 millones de euros, 15.000 millones más que en julio de 2020. Esto significa que, para poder hacer frente al gasto que supone el pago de las pensiones, el Estado debe hacer transferencias directas, ya que no se sostiene con las cotizaciones sociales actuales.