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Proliferan los entrenadores personales ante la crisis de los gimnasios: "Un 44% cerrará en dos meses"

Las instalaciones deportivas buscan soluciones creativas para salvar la caída del 50% de la facturación y el posible cierre por quiebra.

Las instalaciones deportivas buscan soluciones creativas para salvar la caída del 50% de la facturación y el posible cierre por quiebra.
El negocio de los entrenadores personales crece ante las restricciones que sufren los gimnasios. | Pixabay

Muchos de los que se plantearon hacer más deporte dentro de sus propósitos de año nuevo no están por la labor de apuntarse a un gimnasio. Las instalaciones deportivas están completamente cerradas en diez comunidades y en el resto se han decretado duras restricciones en el horario de apertura y el aforo máximo para evitar contagios por coronavirus. Con el objetivo de salvar la situación, muchos gimnasios han trasladado las clases a la calle o a Youtube. Y mientras tanto, los fans del wellness se apuntan a la moda de los entrenadores personales, que experimentan un auge sin precedentes.

Desde el inicio de la pandemia, los gimnasios han perdido más de la mitad de su facturación y, si la situación no cambia, un 44% asegura que cerrará para siempre en los próximos dos meses, según ha denunciado el gerente de la Federación Nacional de Empresarios de Instalaciones Deportivas, Alberto García Chápuli: "Es una situación insostenible. Tenemos una reducción de facturación superior al 50% comparado con el año 2019 y no tenemos ayudas específicas para nuestro sector que, junto con el turismo, es uno de los más damnificados".

Desde la Federación anuncian que en los próximos días van a presentar una reclamación patrimonial contra el Estado y contra las Comunidades Autónomas, al igual que ha hecho el sector de la hostelería. "Tenemos que hacer algo no podemos ser invisibles. Y la reclamación no es una acción de protesta. Es necesidad. Lo que no podemos hacer es ahogarnos y ni siquiera mover los brazos para salvarnos", afirma García Chápuli.

Los gimnasios sacan las clases a la calle

"No entendemos porque hay algunas cosas abiertas y otras cerradas… Esto está muy mal gestionado. No hay ninguna coherencia", asegura el subdirector de los gimnasios catalanes DiR, Ramon Urgell, que también reivindica la seguridad frente a la covid-19 de los espacios deportivos: "Tomamos la temperatura al entrar, desinfectamos las zonas antes y después de cada clase, todo el mundo está obligado a llevar mascarilla, solo se puede entrar con reserva previa y la trazabilidad de contactos es completa".

En el DiR también se han buscado la vida para salir adelante. Comenzaron creando un club outdoor y decidieron sacar las clases de yoga, HIIT (Hight Intensity Interval Training) y sevillanas a los parques de Barcelona. Ahora ya ni eso. "Solo se permiten clases de cinco personas más el técnico y eso es muy poco para una sesión. Hasta que no podamos incorporar más gente, no lo retomaremos", lamenta Urgell.

Lo que sí está funcionando bien, cuenta Urgell, son las clases virtuales, un recurso que están utilizando multitud de gimnasios para sobrevivir a la hecatombe del sector: "Tenemos más de 400 sesiones de todo tipo grabadas y totalmente gratuitas para nuestros abonados, además de las clases en directo de yoga". A pesar de ello, el DiR afronta un ERTE y se encuentra en una situación extrema: "No sé cuanto tiempo aguantaremos. Hemos reducido gastos y estamos con los recursos mínimos para ir tirando. Resistiremos hasta que no podamos más".

Se buscan entrenadores personales

Las mismas restricciones por coronavirus que están destrozando a los gimnasios, han supuesto el auge de los entrenadores personales. "Muchas personas están dispuestas a pagar algo más por tener un entrenador personal que va a tu casa, exclusivamente para ti, con su mascarilla y con el material desinfectado. Lo consideran más seguro y más eficaz para avanzar en los objetivos", explica Carlos López, entrenador y director de Fitness and Coach, una plataforma que te ayuda a encontrar al mejor entrenador personal en la Comunidad de Madrid.

Aseguran que han aumentado su clientela en un 50% con respecto a otros años, lo que también les ha obligado a incrementar su plantilla de entrenadores personales. "Es una lástima porque los gimnasios hay muchísimos puestos de trabajo que están sufriendo esta crisis", explica López, "nosotros hemos tenido que incorporar varios entrenadores al equipo porque sinceramente no dábamos abasto y no queríamos dejar pasar la oportunidad de seguir creciendo".

El coronavirus ha impuestos cambios brutales en nuestros hábitos, entre ellos, la forma de hacer deporte. Las rutinas de entrenamiento se han adaptado a los espacios reducidos del propio hogar y la oferta se ha multiplicado porque con las clases online ahora es posible entrenar en cualquier gimnasio del mundo. Según López, esta tendencia llega para quedarse: "Antes de la pandemia no teníamos clases online porque a la gente ni se le había pasado por la cabeza esa posibilidad. Pero a día de hoy, un gran porcentaje de nuestros clientes prefieren ese modalidad por seguridad. Y este cambio va para largo".

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