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El hambre también azota Francia: largas colas de estudiantes para recibir comida

La asociación Linkee provee a los estudiantes de paquetes de comida recuperada de grandes distribuidores, restaurantes y empresas de catering.

La asociación Linkee provee a los estudiantes de paquetes de comida recuperada de grandes distribuidores, restaurantes y empresas de catering.
Voluntarios de Linkee preparando los paquetes de alimentos. | Linkee

La crisis económica derivada del coronavirus está haciendo mella en Francia, con una caída del PIB del 8,3% en 2020. Esta situación está afectando de manera particular a los jóvenes, provocando que buena parte de ellos queden desempleados, lo que pone en riesgo incluso su sustento alimentario.

Es por esto que en los últimos meses han circulado en las redes decenas de vídeos que muestran colas interminables de jóvenes esperando para recibir ayuda en forma de alimentos. Una de las proveedoras de estas ayudas es la asociación Linkee, que ya ha habilitado 2 locales en en la ciudad de París, donde de lunes a jueves se entregan 2,5 toneladas de alimentos.

A diferencia de las tradicionales organizaciones humanitarias y bancos de alimentos que colaboran con los afectados por la crisis en España, Linkee funciona como una plataforma digital especializada en la lucha contra el despilfarro alimentario. De esta forma, la asociación, surgida hace 4 años, se abastece de comida recuperada de mayoristas, dueños de restaurantes y servicios de catering, y la ofrece de manera gratuita a ciudadanos en situación de dificultad.

Ante la situación generada por la pandemia, la plataforma se ha volcado con los estudiantes a través de una campaña específica iniciada en octubre de 2020. Los encargados de gestionar y distribuir los paquetes de comida son jóvenes voluntarios, que también obtienen su lote de alimentos correspondiente, lo que genera un vínculo de confianza entre ellos y el resto de estudiantes.

A partir de las 18:30 y durante dos horas, cientos de alumnos acuden y recogen verduras y frutas, huevos, paquetes de pasta, leche o incluso comidas preparadas. Además, al final del circuito de distribución, se ponen a disposición kits de higiene, mientras que una unidad de apoyo psicológico se pone a disposición de quien lo requiera.

"En la entrada, revisamos las tarjetas de estudiante. Si no lo tienen, o si no han podido registrarse, tampoco los rechazaremos", comenta uno de los voluntarios a Le Figaro.

En declaraciones a este mismo medio, el presidente de Linkee, Julien Meimon, expresa su preocupación: "La situación es dramática. Sentimos una gran angustia, pero también el placer de compartir un momento con nosotros". Según la asociación, cada semana proporcionan el equivalente a 20.000 comidas, y la demanda es creciente. "Antes dábamos 200 paquetes por distribución. Hoy hay más de 450 estudiantes".

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