El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, juega al despiste. Sánchez ha anunciado este miércoles ante el Pleno del Congreso que aprobará próximamente un fondo de 11.000 millones de euros para "nuevas actuaciones para empresas, pymes y trabajadores autónomos" del turismo, la hostelería y el pequeño comercio, pero sin dar más detalles.
En su intervención, Sánchez no ha concretado si esos 11.000 millones llegarán en calidad de ayudas directas, como han hecho sus vecinos europeos y le vienen reclamando los sectores afectados, o se traducirán, por ejemplo, en más créditos para las asfixiadas empresas. El Gobierno prometió que el dinero contante para las empresas llegará el próximo mes de marzo, un año después de la pandemia.
Sánchez ha asegurado que con estos recursos se buscará "reforzar la solvencia de los balances", facilitar el retorno de la actividad, "hacer las inversiones necesarias" y la contratación de trabajadores. "Es una cantidad importante de recursos para seguir apoyando en las duras semanas que hay por delante a sectores que están en una situación extremadamente compleja y que antes de la pandemia eran competitivos", ha dicho, de lo que se deduce que las ayudas serán selectivas. A pesar de la poca concreción del líder del PSOE, su anuncio ha desatado los aplausos de su bancada.
Los autónomos, al límite
Casi al tiempo del anuncio de Sánchez, la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) presentaba su barómetro de febrero que revela que un millón de autónomos asegura que sus pérdidas son superiores a los 30.000 euros.
Además, 300.000 encuestados prevén cerrar a lo largo de este año por "encontrarse con serias dificultades para poder continuar con su negocio".
El presidente de ATA, Lorenzo Amor, ha señalado que 2020 "ha sido un año horrible para miles de autónomos que han tenido que reducir sus plantillas, tener pérdidas de las cuales no saben si se va a recuperar y, en ocasiones, tener que echar el cierre en la ruina más absoluta".
Desde su punto de vista, es necesario un plan urgente de medidas económicas que establezca ayudas directas, "un plan de emergencia que permita a los autónomos enfrentarse a los próximos meses, amortiguar la caída de la actividad y evitar el cierre de empresas, autónomos y, por ende, la destrucción de empleo".
Preguntados por las restricciones por las que atraviesan en la actualidad, el 17,4%, unos 565.000 autónomos, han señalado que tienen sus negocios o actividades cerradas en estos momentos. Por su parte, un 51,2% ha dicho que, aunque está abierto, funciona al 50%.
El 81,2% de los trabajadores por cuenta propia han visto reducida la facturación de su negocio respecto al año anterior. De estos, para el 61,8% la caída ha sido superior al 60%. El 13,4% ha asegurado que se ha mantenido y un 3,5% dice que su facturación ha aumentado.