El Tribunal de Cuentas ha presentado el Informe Global del Sector Público para 2017. El retraso habitual del organismo fiscalizador reduce el gancho informativo del estudio, pero no anula por completo el interés de un trabajo en el que se ponen de manifiesto algunos datos de enorme interés, especialmente en la muy politizada cuestión del gasto sanitario.
Según el estudio del TdC, a lo largo del ejercicio 2017, las Administraciones Públicas gastaron 68.598 millones de euros en partidas vinculadas a la sanidad. Si comparamos esta cifra con los 66.691 millones que se desembolsaron en el año 2016, podemos ver que se produjo un repunte interanual de 1.907 millones. No se sostiene, pues, el mantra de los "recortes" en sanidad, puesto que el gasto en el sistema nacional de salud se incrementó un 2,9%.
De igual modo, hay que decir que las partidas de gasto representan un porcentaje equivalente al 5,9% del PIB, de modo que el peso de la sanidad se mantuvo casi inalterado, ya que en 2016 alcanzó un 6% del PIB. Una vez más, los datos desmontan que se hayan producido grandes "recortes" de gasto en el sistema nacional de salud puesto que el peso relativo de la sanidad sobre el PIB nacional solo se vio modificado en una décima.
De hecho, los cálculos del Tribunal de Cuentas apuntan que, en términos per cápita, el gasto total dedicado a la salud subió entre los años 2016 y 2017, pasando de 1.436 a 1.474 euros. Esto supone un aumento del 2,65% en el gasto sanitario por habitante. Por tanto, una vez más vemos que no tiene sentido hablar de "recortes" cuando lo que verdaderamente ocurre es un aumento de los desembolsos dedicados a este capítulo.
El 93%, en manos de las CCAA
Del monto global dedicado a la salud, el 92,7% del gasto fue manejado por las comunidades autónomas, que claramente llevan el protagonismo en este ámbito.
De acuerdo con los datos del año 2017, el 44,3% del gasto sanitario público ha sido originado por tres regiones: Cataluña, Andalucía y la Comunidad de Madrid, que consignaron a estas partidas un total de 10.376, 9.692 y 8.120 millones de euros, respectivamente. La Rioja, Cantabria y la Comunidad Foral de Navarra son las comunidades con el gasto más bajo, en valores absolutos. Si lo medimos en términos per cápita, la cosa cambia. Cataluña, Andalucía y Madrid se anotan 1.393, 1.248 y 1.153 en esta medición, frente a 1.421, 1.463 y 1.607 en La Rioja, Cantabria y Navarra, respectivamente.
En promedio, la remuneración de personal del sistema sanitario público se lleva el 45,1% de todo el gasto comprometido por las comunidades autónomas. Madrid está prácticamente a la par con el promedio nacional, mientras que Cataluña se sitúa muy por debajo (34,7%) y también Comunidad Valenciana se anota registros claramente inferiores (37,4%). Las cotas más altas se dan en Aragón (52,2%), País Vasco (52%), Navarra (51,5%) y Castilla-La Mancha (51,3%).
