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La tomadura de pelo de Sánchez con las ayudas 'fantasma' para las pymes y los autónomos

¿Qué son "ayudas a los balances" de 11.000 millones que ha anunciado Sánchez? De momento, no es más que humo y palabras vacías.

¿Qué son "ayudas a los balances" de 11.000 millones que ha anunciado Sánchez? De momento, no es más que humo y palabras vacías.
Un empresario del ocio nocturno encerrado en su local en septiembre de 2020. | Europa Press

¿De dónde van a salir los 11.000 millones de euros que ha anunciado Pedro Sánchez para las empresas? Esa es la pregunta del millón. El presidente del Gobierno proclamó a bombo y platillo esa cifra el pasado miércoles, ante el Pleno del Congreso, pero no concretó si ese montante se va a traducir -o no- en las ansiadas ayudas directas que vienen clamando los sectores afectados por la pandemia.

Desde que el coronavirus le asestara uno de los peores golpes de su historia a la economía española, el Gobierno lleva resistiéndose a dar transferencias a las empresas. Ahora, justo cuandose cumple un año de la terrible crisis, se han decidido a activarlas "en marzo". Pero, ¿de verdad van a alcanzar esos 11.000 millones de euros o se trata de una cantidad menor?

La poca concreción de Sánchez da que sospechar. En su intervención en el Congreso se limitó a decir que aprobará próximamente un fondo de 11.000 millones de euros para "nuevas actuaciones para empresas, pymes y trabajadores autónomos" del turismo, la hostelería y el pequeño comercio. No dio más detalles.

Al referirse a las nuevas ayudas, el líder del PSOE no mencionó -probablemente adrede- la palabra "directas", lo que indica que puede que no toda esa cuantía esté formada por dinero contante y sonante.

Sánchez aseguró que con estos recursos buscará "reforzar la solvencia de los balances", facilitar el retorno de la actividad, "hacer las inversiones necesarias" y la contratación de trabajadores. "Es una cantidad importante de recursos para seguir apoyando en las duras semanas que hay por delante a sectores que están en una situación extremadamente compleja y que antes de la pandemia eran competitivos", dijo, de lo que se deduce que las ayudas serán selectivas. A pesar de la poca concreción del líder del PSOE, su anuncio desató unos sonoros aplausos de su bancada.

Sigue jugando al despiste

Este viernes, Sánchez ha seguido jugando al despiste. "Serán ayudas a los balances de las empresas y trabajadores autónomos donde irá dirigida esta cantidad tan importante de 11.000 millones de euros", volvía a repetir en una rueda de prensa en Moncloa. Pero ¿qué son ayudas a los balances?, se preguntarán. De momento, no es más que humo y palabras vacías. Una ayuda a un balance puede ser desde una transferencia, a la quita de una deuda, pasando por una reducción de impuestos o un nuevo crédito. Cualquiera de estas opciones afecta al pasivo o al activo de un negocio.

Si se trata de dar más créditos a las asfixiadas empresas españolas, la decepción va a ser total, porque el Gobierno se va a encontrar con el rechazo unánime de todos los protagonistas. Los empresarios están al límite y no pueden endeudarse más.

Si consisten en quitas sobre la deuda avalada por el Instituto de Crédito Oficial (ICO), como también está sobre la mesa, los bancos serán los primeros en mostrar su oposición. Si se van a decantar por rebajas fiscales, va a sorprender que el Gobierno haya tardado un año en cerciorarse de que es necesario rebajar la carga fiscal de las compañías debido al hundimiento de su actividad. Durante todos estos meses, Hacienda sólo ha aprobado aplazamientos y fraccionamientos tributarios, lo que sólo ha servido para alargar la agonía de las compañías. Las exenciones de algunas cotizaciones de los ERTE han sido de las pocas rebajas de impuestos aprobadas.

Lo que quieren las pymes y los autónomos son ayudas directas a fondo perdido y, que el Gobierno haya anunciado una cifra tan importante sin especificar de qué se trata, no hace más que añadir todavía más incertidumbre a los calamitosos negocios de nuestro país. En el Ministerio de Economía, uno de los principales encargados de canalizar estas partidas, tampoco han querido dar más detalles. Ni en público ni en privado.

El tiempo corre en contra de los empresarios. Un millón de autónomos acumula pérdidas de más de 30.000 euros y más de 300.000 trabajadores por cuenta propia prevén cerrar definitivamente sus puertas a lo largo de este año, según ATA. Los propios datos de la Seguridad Social también revelan que la pandemia arrasó 101.086 empresas en 2020.

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Cabe recordar los 200.000 millones de euros que el Gobierno prometió "movilizar" contra el coronavirus y que en su mayoría consistieron en créditos y trampas contables. "Movilizar" o "impulsar" son eufemismos que ha ido utilizando el Ejecutivo durante estos meses como alternativa a las transferencias. Puede que lo haya vuelto a hacer. Lo que está claro es que hay algún interés en seguir manteniendo el misterio.

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