Andreas Kluth es un destacado analista económico alemán. Tras haber dirigido las opiniones del Handelsblatt Global y haber formado parte del equipo de la revista The Economist, sus columnas se difunden ahora en medios internacionales como Bloomberg, donde esta semana ha firmado un demoledor artículo que vuelve a poner de manifiesto el fiasco de las regulaciones orientadas a controlar los precios del alquiler, como pretende el Gobierno de Sánchez e Iglesias.
"Si el populismo de la derecha corrompe la democracia, el populismo de la izquierda destruye la economía. La mejor prueba de esto último la tenemos en el mercado inmobiliario de la capital alemana. Hace ahora un año, las autoridades de Berlín introdujeron un tope a los precios del alquiler sin precedentes. Los resultados observados desde entonces nos permiten observar qué efectos ha tenido la medida", explica.
La norma implementada en Berlín implica que en todos aquellos apartamentos construidos antes de 2014, los precios del alquiler quedaron "congelados" de acuerdo con los precios vigentes el 18 de junio de 2019. No solo eso: aquellos arrendatarios que aprecian que el coste de su arriendo es "excesivo" tienen canales institucionales para denunciar tal situación y, en algunos casos, forzar una rebaja.
La propuesta fue implementada por los tres partidos que dominan la política berlinesa: el Partido Socialdemócrata, Los Verdes y una agrupación denominada La Izquierda que desciende del viejo Partido Comunista de la Alemania del Este. Aunque algunos observadores confiaban en que los socialdemócratas serían capaces de moderar la nueva normativa en materia de vivienda, lo cierto es que el desarrollo de la normativa se convirtió, en opinión de Kluth, "en una competencia para ver quién era más demagógico y qué partidos se han lanzado con más fuerza a cultivar la lucha de clases, incluso dando alas a un movimiento paralelo que pretende expropiar las propiedades de los grandes tenedores de vivienda".
El problema de los precios del alquiler en Berlín se explica, según apunta el analista teutón en las páginas de Bloomberg, por las rigideces de un mercado en el que la oferta se ve constreñida por burocracia e intervencionismo urbanístico de todo tipo. Sin embargo, la estrategia de Berlín ha sido diametralmente opuesta: no se ha favorecido la oferta y, además, se ha apostado por un escenario de hiperregulación por el lado de la demanda.
Análisis del prestigioso Instituto IFO
Pues bien, Kluth ha compartido con sus lectores las conclusiones de un análisis realizado por el prestigioso Instituto IFO, el centro de estudios más prestigioso del país germano. Según dicha institución, los apartamentos sujetos a las medidas de control han tenido que aplicar una corrección al verse obligados por la nueva norma, pero en el resto de pisos y viviendas se ha producido un encarecimiento de los arrendamientos. Lo mismo sucede con el precio de compraventa del sector inmobiliario: cae entre un 5% y un 10% en los pisos afectados, sube entre un 5% y un 10% en las viviendas y domicilios que no han quedado sujetos a la normativa.
Peor aún, desde que se implementó esta política, la oferta de vivienda para alquiler se ha desplomado. Mientras que en el resto de ciudades alemanas se siguen dando los niveles habituales, en Berlín se produjo una primera caída del 20% desde que empezó a discutirse la posibilidad de regular los precios y se ha dado un descenso adicional del 40% en cuanto han entrado en vigor las restricciones. Esto significa que, por cada 10 pisos de alquiler disponibles en 2017, hoy apenas salen 4 al mercado.
