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Mango pierde 110 millones en 2020 tras vender un 22% menos por la pandemia

El consejero delegado de la firma, Toni Ruiz, ha calificado de "auténtica bestialidad" esta caída de las ventas, pero asegura que salen reforzados.

El consejero delegado de la firma, Toni Ruiz, ha calificado de "auténtica bestialidad" esta caída de las ventas, pero asegura que salen reforzados.
El auge del comercio online compensó parcialmente las pérdidas. | Alamy

El grupo de moda Mango volvió a entrar en pérdidas el año pasado, con un resultado negativo de 110 millones de euros, a causa de las restricciones derivadas de la pandemia de coronavirus, que de forma temporal obligó a cerrar buena parte de las tiendas de la multinacional en todo el mundo.

La compañía, que en 2019 obtuvo un beneficio neto de 21 millones de euros y unas ventas de 2.374 millones, la cifra más alta de su historia, registró en 2020 una caída de la facturación del 22,4%, hasta los 1.842 millones.

Este descenso fue especialmente acusado en las tiendas físicas, con un desplome de las ventas del 43%, que pudo ser parcialmente compensado por el auge del comercio online, que creció un 36% y supone ya el 42% de la facturación del grupo, un porcentaje muy superior al 24% de 2019.

En un encuentro con periodistas en Palau-solità i Plegamans (Barcelona), donde Mango tiene su cuartel general, el consejero delegado de la firma, Toni Ruiz, ha calificado de "auténtica bestialidad" esta caída de las ventas, que se explica porque gran parte de las tiendas estuvieron cerradas el año pasado una media de 70 días, mientras que una cuarta parte de la red pudo operar "con muchas restricciones".

"Nos encontramos con que casi todas las tiendas tuvieron que cerrar de un día para otro", ha señalado Ruiz, que ha recordado que hubo un momento en que "el 80% de la plantilla estaba en ERTE" (expediente de regulación temporal de empleo).

A día de hoy, la marca aún tiene medio millar de establecimientos cerrados y "mucha gente" en ERTE, principalmente en países como Alemania, Reino Unido o los Países Bajos.

En este escenario de auténtica excepcionalidad, el objetivo de Mango fue "sobrevivir" y salvar de la mejor manera posible un año que empezó bien, con previsiones de un nuevo récord de ventas, pero que a partir de marzo, coincidiendo con el inicio de la pandemia, registró "dos o tres meses de absoluto parón", en los que apenas se vendió por los canales físico y digital.

Según el primer ejecutivo de Mango, a partir de junio se produjo una cierta recuperación, pero la situación volvió a empeorar a partir de octubre, con la segunda ola, y "el fin de año fue muy malo" debido a las nuevas restricciones en la actividad comercial por la pandemia.

Pese a la fuerte caída de las ventas, Toni Ruiz se ha mostrado "razonablemente contento" con el resultado obtenido.

Plan de ajuste

Según ha explicado, una parte importante de los efectos derivados de la caída de los ingresos se mitigó gracias a la gestión de los equipos de compras, que llevaron a cabo cambios en la estructura de las colecciones existentes y lanzaron otras nuevas, de acuerdo con las nuevas necesidades de los clientes, como la ropa deportiva.

Además, Mango logró una reducción de los gastos operativos por valor de 230 millones gracias a una renegociación de las rentas de alquiler de las tiendas y un ajuste de personal, con la salida de más de 2.000 personas, principalmente personal de tienda con contratos temporales que no fueron renovados.

Adicionalmente, la empresa que preside Isak Andic reforzó la tesorería a través de un préstamo ICO por valor de 240 millones de euros y logró bajar su deuda neta bancaria por quinto año consecutivo, pasando de 194 a 156 millones de euros, lo que supone una reducción de cerca del 20%.

"En el peor año de la historia de Mango no hemos quemado caja", ha subrayado Ruiz.

Nuevas tiendas pese a la pandemia

Pese a las dificultades, Mango invirtió el pasado año 27 millones de euros, destinados principalmente a su transformación digital, y amplió su red de tiendas con 43 nuevos puntos de venta, alcanzando los 2.221 en más de 110 países.

La compañía llevó a cabo 150 aperturas durante 2020 en ciudades como Viena, Kiev, Manchester, París o Amberes, y actualmente cuenta con una superficie de venta total de 790.000 metros cuadrados.

"Confiamos mucho en las tiendas y apostamos por ellas porque son un lugar privilegiado de contacto con la marca", ha destacado el CEO de Mango.

En los últimos meses, Mango ha lanzado su primera línea especializada en textiles y artículos del hogar, que estará disponible en línea a partir del segundo trimestre de este año, y ha decidido eliminar Violeta, su marca de ropa femenina de tallas grandes, para integrarla dentro de la línea principal de Woman, que ha ampliado su oferta hasta la talla 54.

Además, en los últimos días ha anunciado una inversión de más de 40 millones en la ampliación de su sede central de Palau-solità.

"Despedimos un año absolutamente atípico e imprevisto, en el que hemos sido capaces de asegurar la competitividad y el liderazgo de la compañía sin renunciar a avanzar todavía más rápido en su transformación. Por ello, salimos reforzados y comenzamos 2021 con una gran cantidad de proyectos muy ilusionantes que nos sitúan en una posición privilegiada para afrontar la etapa de recuperación que se avecina", ha resaltado Toni Ruiz.

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