La firme apuesta de la Comunidad de Madrid por bajar la presión fiscal sigue animando a los gobiernos de otras regiones a recorrer el mismo camino. Es el caso de los gobiernos de Andalucía, Castilla y León y Galicia, que han anunciado importantes mejoras tributarias, respondiendo así a la ofensiva del gobierno de Pedro Sánchez, que pretende aprobar una "armonización fiscal" y cercenar así la autoridad de las regiones para bajar impuestos a los contribuyentes.
El gobierno de la Junta de Andalucía, compuesto por PP y Ciudadanos, ha puesto en marcha una nueva rebaja de impuestos que devolverá 329 millones a los contribuyentes de la región. Merced a un acuerdo entre los grupos parlamentarios de ambas formaciones y los legisladores autonómicos de Vox, el Ejecutivo de Juanma Moreno ha logrado "luz verde" a su segunda gran reducción de la presión fiscal andaluza.
La rebaja va a ser canalizada a través de una proposición de ley que se tramitará por la vía de urgencia, de modo que se espera que esté en vigor a lo largo del próximo año. Entre las medidas acordadas, está la reducción del tipo general del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, que pasa a tener un tipo general del 7% que simplifica el modelo vigente hasta ahora, que incluía tres tramos (8%, 9% y 10%). Esta medida supone una inyección de 223 millones de euros y beneficia a cuatro millones de ciudadanos.
Además, el recorte tributario se traducirá en nuevas reducciones de la presión fiscal observada en figuras como el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), el Impuesto de Patrimonio, los Impuestos de Sucesiones y Donaciones, los Tributos sobre el juego (TJ) y el Impuesto Especial sobre Determinados Medios de Transporte. Desde la Junta anuncian que la meta última de Moreno Bonilla es situar a Andalucía "entre las comunidades con una fiscalidad más baja".
En la última campaña electoral, el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, pidió a los votantes que recordasen "tres siglas: B-M-I, bajada masiva de impuestos". Después de aquellas declaraciones, y tras unos comicios que propiciaron la histórica salida del PSOE del poder regional, el pacto a tres bandas entre PP, Cs y Vox permitió que el nuevo gobierno de coalición sacase adelante su primera rebaja fiscal, valorada en 235 millones de euros. Ahora, la nueva ronda de rebajas tributarias supone un ahorro adicional de otros 329 millones de euros.
Novedades en Castilla y León y Galicia
La Junta de Castilla y León también ha actuado en la misma dirección y prácticamente ha eliminado el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, mediante la bonificación del 99% que se aplicará a las transmisiones entre familiares directos. De hecho, las Cortes de Castilla y León ya han aprobado la modificación legislativa, de modo que su entrada en vigor es inmediata.
Además, el presidente castellano-leonés, Alfonso Fernández Mañueco, ha aprovechado su intervención en el debate parlamentario previo a la aprobación de la rebaja de Sucesiones y Donaciones para anunciar que "ésta no será la última bajada de tributos que se presentará en esta legislatura".
En la misma línea, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, anunció hace algunas semanas que su Gobierno descarta por completo una subida de impuestos y, de hecho, está estudiando la posibilidad de realizar "un ajuste a la baja de la presión fiscal, con medidas selectivas, por ejemplo para operaciones económicas en el ámbito rural".