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Crean un 'Tinder catalán' que cuesta 25.000 euros de dinero público al año

La aplicación para encontrar "pareja lingüística", similar a otras apps para ligar, recibe fondos de los gobiernos catalán, valenciano y balear.

La aplicación para encontrar "pareja lingüística", similar a otras apps para ligar, recibe fondos de los gobiernos catalán, valenciano y balear.
Imagen publicitaria de Apparellat. | Plataforma per la Llengua

La aplicación Apparellat (Emparejado) es una plataforma para encontrar "pareja lingüística" para aprender o enseñar catalán. Su funcionamiento es similar al de otras aplicaciones para ligar y cuesta 25.000 euros al año, en su mayor parte financiados con dinero público. Sus creadores insisten en que "no es un Tinder catalán", aunque tiene un funcionamiento muy similar a la app de citas, y en Libre Mercado hemos abierto un perfil para comprobarlo.

La aplicación acumula más de 10.000 descargas y es obra de Plataforma per la Llengua, el grupo de comisarios lingüísticos de la Generalidad catalana. Fuentes de la propia plataforma han confirmado a Libre Mercado que los 25.000 euros anuales que cuesta la aplicación salen de la Generalidad catalana, el gobierno balear, la generalidad valenciana y los donativos de 205 mecenas. Este dinero se destina a que sus 7.500 usuarios puedan "aprender o enseñar catalán" de forma altruista, aunque lo cierto es que "no todos están apuntados con ese fin", según ha denunciado algún inscrito.

"La aplicación no es un Tinder donde vaya la gente a ligar", insisten desde plataforma Per la Llengua, "aunque luego vete a saber por dónde te lleva la vida". La confusión es factible, especialmente teniendo en cuenta que el anuncio promocional de la aplicación muestra a una pareja cenando en un restaurante mientras de fondo se oye el sugerente sonido de un saxofón. El eslógan dice: "Usa la lengua".

Desde Plataforma per la Llengua justifican que se trata de un "reclamo publicitario únicamente destinado a la llamar la atención", aunque hay usuarios que cuestionan esa dualidad: "No sé hasta que punto es buena la ambigüedad entre aprender una lengua y establecer un vínculo romántico. Eso puede conducir a situaciones incómodas", comenta una usuaria.

Entramos en Apparellat

Para comprobar el verdadero uso que se le está dando a los 25.000 euros anuales en su mayor parte procedentes de fondos públicos, Libre Mercado ha hecho una prueba y se ha registrado en Apparellat con un perfil femenino no inventado.

Tras rellenar todos los campos de información personal y de incluir una fotografía de perfil, la aplicación nos pregunta por nuestras "preferencias" y nos permite escoger entre hombres, mujeres o ambos sexos, una cuestión en principio irrelevante para aprender catalán. No encontramos sin embargo ninguna opción para seleccionar si preferimos que nos enseñe alguien nativo o al menos con el grado B2 de catalán (nivel medio).

Finalmente marcamos nuestra ubicación y los kilómetros de radio aceptables para posibles citas. Al igual que en otras aplicaciones para ligar, la pantalla muestra las fichas de los usuarios compatibles con nuestras preferencias. Debemos escoger si aceptamos o rechazamos a nuestro futuro tutor. La elección es sumamente complicada porque la única información que ofrece la app es una fotografía del profesor o profesora, su nombre y su ubicación. De su nivel lingüístico, nada.

Escogemos a varias personas al azar y esperamos. Unas tres horas más tarde ya tenemos algunos emparejamientos confirmados, de momento solo de hombres. Es el momento de empezar a chatear para recibir las primeras clases.

Tras una breve conversación de presentación, nuestros intentos fracasan estrepitosamente cuando los "profesores" ven que nuestra ubicación está a cientos de kilómetros de Cataluña. No hay excusas. Simplemente, todos dejan de escribir. En esta app, recibir una enseñanza de catalán online de forma altruista es más complicado de lo que parece.

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