Los agricultores y ganaderos españoles han demostrado ser un servicio esencial para mantener el abastecimiento de alimentos a la sociedad en un escenario marcado por grandes dificultades como la crisis sanitaria ocasionada por la pandemia del Covid-19 y la presión permanente en las explotaciones. Tras un año desde el impacto de la pandemia, es indiscutible las ventajas que ofrece la tecnología a un sector tan sensible y vital como es el encargado de producir todo aquello que termina en los lineales de los supermercados y comercios, permitió que no se produjera el desabastecimiento en España.
La queja secular de este sector tiene que ver con los precios a los que se paga el producto en origen. Desde enero de 2020, los precios agrícolas se multiplicaron por más de cuatro desde la cotización en el campo hasta el precio de venta al público en las tiendas, mientras que los derivados de la ganadería, triplicaron su precio, según el Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) elaborado por COAG.
Pero al margen de las reivindicaciones del sector, la tecnología es una de las soluciones más reales para obtener un mejor control de costes, un mayor éxito en sus cosechas y conseguir una escalada en la calidad de los productos cultivados. Por todos estos motivos, el ámbito agroalimentario necesita el apoyo tanto de las instituciones como de las grandes empresas para sobrevivir y proporcionar un servicio capital en nuestro día a día.
Hay muchas formas de prestar ayuda, como el programa The Call Agro de Banco Santander, una iniciativa que busca atraer startups con soluciones innovadoras para impulsar la digitalización y la sostenibilidad del sector agroalimentario en España y Portugal. Los retos planteados son la transición a productos más rentables, la profesionalización de las cosechas, la optimización en el uso de fertilizantes, productos fitosanitarios y agua y por último, las soluciones para el cultivo, distribución y generación de demanda de productos ecológicos.
Con esta nueva iniciativa, la entidad aúna dos de sus principales ejes de actuación: el impulso del emprendimiento y el apoyo a las pymes, en este caso del sector agroalimentario.