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Los ladrones de 'oro verde' desesperan a los agricultores españoles: "Denunciar es tiempo perdido"

Los productores blindan los campos de aguacate con medidas de seguridad y vigilancia similares a las de bancos o joyerías.

Los productores blindan los campos de aguacate con medidas de seguridad y vigilancia similares a las de bancos o joyerías.
Aguacate | Pixabay

Los ladrones acechan los campos de aguacate, un cultivo de alto valor conocido como oro verde precisamente por la alta rentabilidad de las cosechas. El incremento del consumo de aguacate y su precio ha provocado un aumento de saqueos de los huertos en todo el mundo por parte de auténticas bandas organizadas capaces de arrasar con la producción de todo un año en cuestión de minutos. Los productores de Sudáfrica ya han adoptado medidas de seguridad extremas para proteger sus campos. En España, los agricultores también se han visto obligados a instalar cámaras de vigilancia, sin embargo, lamentan que denunciar los robos, no sirve de nada.

En 2020, los agricultores españoles produjeron casi 100.000 toneladas de aguacate en las casi 16.000 hectáreas destinadas a este cultivo y que se localizan principalmente en Cádiz, Granada, Huelva, Canarias y Comunidad Valenciana, según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. La mayor parte de la producción se exporta a los países europeos, principalmente a Francia, Países Bajos, Alemania y Reino Unido. Y el precio medio de la campaña alcanzó los 2,34 euros/kilo, un valor ligeramente superior al del año anterior y que en el mercado superó los 5 euros/kilo, dependiendo de la variedad.

Este gran rendimiento, goloso para los ladrones, provoca que temporada tras temporada aumenten los saqueos en los cultivos, hasta el punto de que el año pasado la Cooperativa Agrícola de Estepona denunció el robo de 10.000 kilos de aguacate valorados en 25.000 euros, todo ello en apenas un mes de campaña, que en España suele comenzar a mediados de noviembre. A esa pérdida hay que sumar también los destrozos ocasionados en las fincas durante los saqueos.

"Denunciar es tiempo perdido"

Andrés Ibarra, técnico de la Cooperativa Agrícola de Estepona y gerente de Aguacastur, ha explicado a Libre Mercado que la cifra es tan solo una estimación: "En Málaga hay un montón de robos de aguacate en fechas cercanas a la Navidad, la época de recolección. Los agricultores a veces lo comunican a la cooperativa pero no lo denuncian a la Policía porque es tiempo perdido, así que es imposible saber la cantidad exacta de fruta que roban".

Los ladrones tienen especial predilección por la variedad Hass, el aguacate de piel oscura rugosa y pulpa verde cremosa con sabor a nuez y avellana. Es la variedad más cultivada a nivel mundial, la más común en los supermercados y también una de las más caras. Por eso, muchos agricultores han instalado sistemas de protección en las fincas para evitar los saqueos.

"Muchos productores de la zona han puesto cámaras de vigilancia e incluso han conseguido que se identifique a los ladrones. Pero los juicio tardan mucho en celebrarse y cuando llegan, la mayoría de los acusados no se presentan", explica Ibarra, "además, no te devuelven la fruta y en muchos casos te arriesgas a que haya represalias, así que casi nadie denuncia los robos porque al final es una pérdida de tiempo".

Desde la cooperativa reclaman mayor presencia de patrullas rurales para proteger los campos y más inspecciones en las fruterías para comprobar la procedencia de los productos. También recomiendan a los establecimientos que soliciten a los proveedores la trazabilidad de las frutas adquiridas para garantizar que no se trata de mercancía robada.

Perros, alambradas y cámaras infrarrojas

Sudáfrica es el sexto país exportador de aguacates del mundo. Allí, los agricultores también sufren los saqueos por parte de bandas organizadas y se han visto obligados a proteger sus cosechas con sistemas de seguridad propios de bancos y joyerías. Según publica The Wall Street Journal, muchas plantaciones cuentan con cámaras infrarrojas que se activan al detectar movimiento y envían una alerta a los propietarios. Uno de ellos incluso cuenta con un equipo de intervención inmediata dirigido por un exmilitar experto en perros rastreadores.

Otro de los productores, Howard Blight ha explicado a The Wall Street Journal que su cultivo de aguacates está protegido por una valla eléctrica de más de dos metros de altura coronada con alambre de espino. Además, un grupo de guardias patrulla la propiedad día y noche. "Parece un poco drástico", admite, "pero los aguacates son el oro verde".

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