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La tragedia del comunismo en Cuba: tres meses para pagar una camiseta y sueldos de 5 euros al mes

"La vida es tan miserable que es preferible que te maten", denuncian disidentes cubanos exiliados en Madrid.

"La vida es tan miserable que es preferible que te maten", denuncian disidentes cubanos exiliados en Madrid.
Cubanos en las calles de La Habana | EFE

Cuba vive hundida en la peor miseria de su historia. La dictadura comunista de Miguel Díaz-Canel ha sido la gota que colmó el vaso después de más de 60 años de represión y hambre en el país. Los cubanos no pueden más y los disidentes que viven en España denuncian el drama y el terror que están viviendo sus familiares.

Lorenzo Mireles, exiliado cubano en Madrid y presidente de la asociación Acciones por la Democracia, transmite su enorme preocupación por la represión violenta del régimen hacia los manifestantes. No obstante, sabe que sus compatriotas no se van a amedrentar porque "ya no tienen nada que perder". Según cuenta el disidente a Libre Mercado, la electricidad ha subido tanto que gran parte del país está a oscuras porque no pueden pagarla.

Con un sueldo medio mensual que oscila entre los 5 y los 80 euros, los cubanos tienen que hacer frente a los altos precios del gobierno dictatorial. "Medio kilo de carne de cerdo cuesta el salario de un camarero al mes, 5 euros; una barra de pan, cuando hay, casi 1 euro; unos zapatos, unos 60 euros; un pantalón no puedes encontrarlo por menos de 50 euros, ¿así quién puede comer o vestirse?", critica Mireles.

Soñar con un televisor

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Lázaro Mireles, disidente cubano afincado en Madrid

Los cubanos tampoco se pueden permitir comprar una televisión o un ordenador. "Todos las televisiones cuestan más de 500 euros. Y, ¿ordenadores? ¡Hay lugares de Cuba que jamás han tenido electricidad y ni sueñan con saber lo que es una televisión, imagina con los ordenadores!, exclama el exiliado cubano.

Tampoco los teléfonos móviles están al alcance ni siquiera de un médico o un profesor. "Cuestan 300 euros como mínimo", contesta Mireles. "Y no hay casi líneas de internet porque no es accesible para todos", señala a Libre Mercado el presidente de Acciones por la Democracia.

"La vida se te va en colas"

Yanelis Núñez Leiva, cubana exiliada hace dos años en Madrid, sabe muy bien de qué habla Mireles. A sus 32 años, ya ha experimentado los estragos que el comunismo ocasiona y comenta que el régimen de Díaz Canel tiene ahogados económicamente a sus familiares y amigos.

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Yanelis Núñez, disidente cubana exiliada en Madrid

"Si quieres comprar pollo tiene que ser en tu mercado, en las tiendas de tu domicilio, no puedes ir a otras. Las tiendas que venden en peso en cubano están desabastecidas. El Gobierno cubano obliga ahora a comprar con unas tarjetas magnéticas que tienen que recargarse desde el exterior, en el extranjero. Obligan a los familiares que están fuera del país a que recarguen las tarjetas del Gobierno si quieren que su familia coma. Es terrible. Así controlan todo el dinero, hasta el que viene de fuera. Además, no todos los cubanos reciben remesas mensuales de sus familiares. Los que no lo reciben no comen", indica la joven anticomunista.

Yanelis explica que el producto más escaso ahora es el aceite, "no hay por ningún sitio", señala. "Esto ya ha provocado el estallido total. Esperas colas de tres y cuatro horas y después, cuando llegas, no hay producto, ni aceite, ni nada. La vida se te va en colas", revela apesadumbrada.

Ni ron, ni carne

La situación de emergencia que vive Cuba se ve reflejada en la escasez de ron, pollo, huevos, cigarros, patatas, carne… "Es que no hay de nada. Aunque tengas dinero para comprar no puede comprar más de un producto. La verdura y todo ha subido muchísimo. Hasta el ron cubano falta y ya la gente ni se lo pueden permitir. El ron siempre ha sido el producto estrella en el comunismo cubano para sedar a la gente. Así pueden sobrellevar mejor la miseria. Por eso hay muchísimo alcoholismo en Cuba. El ron era barato en los 90, era lo único que la gente podía comprar con asiduidad, ahora ya ni eso. Y de cerveza y vino, ni hablemos. No existe en Cuba. Mi amigo me dicen que me tome en España una cerveza a su salud", señala Yanelis Núñez.

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La cubana afincada en Madrid se acuerda de su familia y sobrino cuando ve aquí tabletas de chocolate y pasteles. "Mi hermana tiene que racionar un paquete de galletas para mi sobrino y eso si es que ha podido comprarlo", indica.

La dieta actual de un cubano, según exponen los disidentes, está basada en arroz y frijoles la mayoría de los días. "Es imposible comer otra cosa. La carne de cerdo subió muchísimo y ahora ya es un lujo. La gente come algunos embutidos hechos con los restos de animales que sobran. Lo muelen y hacen picadillo de pavo, pero es de una calidad malísima. Además, la carne de res ha estado prohibida desde hace 60 años. Ahora estos meses, el Gobierno ya ha permitido vender carne de ternera porque no hay nada de alimentos, no le ha quedado otra. Antes la carne de ganado estaba prohibida. Te metían preso si matabas a una vaca porque, aunque fueran de un ganadero, pertenecían al Gobierno y tenía contadas las cabezas de ganado. En Cuba se dice que vale más una cabeza de ganado que la de una persona. Las penas por homicidio son menores si matas a una persona que si matas a una vaca", dice Yanelis.

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Sobre ello, aún más trágica es la escena que describe Rigoberto Carceller, cubano exiliado en España desde los años 90 y actual propietario de una vinoteca y restaurante en Madrid. "La gente ha intentado escapar de la pena de cárcel por matar a una cabeza de ganado. Normalmente se pone a la vaca en la vía del tren para que sea atropellada. Mientras llaman a la policía, todo el mundo se pone de acuerdo para despedazarla y cuando llegan los agentes solo quedan los huesos. No queda otra en esas circunstancias, los cubanos tienen que sobrevivir como sea", apunta el restaurador disidente.

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Rigoberto Carceller, disidente cubano exiliado en Madrid

Y ni hablar del pescado. "No tenemos. El Gobierno le pone freno a pescadores independientes y los multan, quieren controlarlo todo y, por eso, estamos en la miseria", manifiesta Yanelis.

Tres meses para pagar una camiseta

El desabastecimiento también afecta al textil y a los productos de higiene. La situación es deplorable. "Hemos estados varios meses sin champú. El gel de baño es un producto de lujo y no hay, en Cuba solo podemos acceder a una pastilla de jabón que nos tiene que durar todo el mes o más. A muchos no les queda dinero ni para comprarse esa pastilla de jabón. Pasa en los barrios más empobrecidos, en la mayoría de población cubana negra no tienen acceso a productos de higiene", comunica Yanelis.

Rigoberto Carceller narra los problemas que tiene la población no solo para comer, sino también para vestirse. "Hay malnutrición y muchísimas personas que se han quedado ciegas por este motivo. Es el miserable el que está en la calle, no tienen nada que perder. La vida es tan obstinada en Cuba, la vida es tan miserable que es preferible que te maten. El pueblo está totalmente amordazado, vigilado, machacado. Los cubanos no se han podido rebelar porque la maquinaria de represión estaba muy bien preparada. Perdías tu trabajo si te rebelabas, perdías a tus familiares incluso. Pero ya da igual, se ha llegado al límite. En Cuba la gente no puede ni vestirse, está sin ropa, descalza prácticamente, con lo mismo puesto todos los días".

Para Yanelis Núñez, la única forma que tienen los cubanos de comprarse ropa es en el mercado negro, aunque ya ni siquiera pueden acceder a él. "En Cuba ahora está prohibido comercializar con ropa importada. Es otro freno más a la iniciativa personal. Las mulas antes traían sacos de ropa de Ecuador, y Panamá antes, las vendían ilegalmente en su casa, esa era la única manera de vestirte. En la venta ilegal te ofrecen créditos para comprar una camiseta en tres meses, puedes comprar un jersey a plazos y es un alivio. Es así como la gente ha podido comprarse ropa, porque en las tiendas cubanas la ropa es carísima y no hay nada que esté bien y tengan tallas", relata la cubana.

En cuanto al transporte, Cuba sigue anclada en el pasado. "Todos son coches heredados de los años 50. Entraron ahora vehículos nuevos pero el Gobierno lo vende al triple de lo que se vendería en Europa. Nadie puede permitírselo", detalla la disidente.

Jineteros: "Son héroes"

Una de las fórmulas para salir de las penurias económicas diarias es la prostitución, cada vez más extendida y ahora golpeada por la caída del turismo debido a la pandemia. Estos profesionales del sexo son conocidos en Cuba como los jineteros.

"Los jineteros son los cubanos que exprimen al turista por la vía sexual o por la vía que sea. Antes existían zonas de prostitución en Cuba que se llamaban zonas de tolerancia, muy cercanas a los puertos. Pero, hoy, todos tenemos una puta y un puto en la familia. Y además les admiramos, porque vienen con tesoros valiosos para la casa. Son los héroes de la familia, los héroes modernos de la nación cubana", dice con amargura en la voz Rigoberto Carceller.

Sobrevivir es un milagro

El envío de dinero de familiares en el extranjero es otra fuente de ingresos para poder comer al menos una vez al día, pero existen bajo el régimen de Díaz Canel grandes problemas para que se hagan efectivos los envíos. "Tenemos problemas para enviar dinero. Las oficinas de la Western Union ya no funcionan en Cuba. EEUU las retiró. A través de los bancos podemos hacerlo, pero hay una gran extorsión, porque solo puedes ingresar en las tarjetas que ha repartido el Gobierno cubano para comprar alimentos", apunta Carceller.

"Los cubanos sobreviven a nivel del milagro. La gente está en la calle porque van a morir de hambre igualmente. Nunca preguntes a una ama de casa cómo van a comer al día siguiente, porque no lo saben. Occidente nunca ha querido enterarse de nada y España tampoco se ha querido enterar y con lo que tiene en el Gobierno (refiriéndose a Podemos) menos todavía. ¿Qué necesitan ver para saber lo que allí está pasando? ¿Qué más necesitan?", concluye el empresario cubano con enorme indignación.

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