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La realidad de las hidroeléctricas con las que no "empatiza" Ribera: el 75% ofrece el Kw a coste cero

El Gobierno, el que pide "empatía" a las eléctricas, se mete en el bolsillo entre 6 y 7 de cada 10 euros de la factura que pagamos.

El Gobierno, el que pide "empatía" a las eléctricas, se mete en el bolsillo entre 6 y 7 de cada 10 euros de la factura que pagamos.
Presa de la central hidroeléctrica de Mequinenza (Zaragoza). | Wikiloc

El Gobierno de Sánchez, ese que acusó a Rajoy de haber condenado a los españoles a un intolerable recibo eléctrico cuando subió un 8% en 2014, ahora que es presidente, acusa a las eléctricas cuando el recibo eléctrico sube más de un 300% en el año tras encadenar 8 máximos históricos consecutivos en agosto.

La demagogia se ha instalado en el Ejecutivo que se ha apresurado en buscar un enemigo al que le pide empatía con los pobres consumidores que tienen que sufrir mes a mes el alza en los precios de la luz: las eléctricas. Así lo hizo en sede parlamentaria la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, quien no dudó en señalar a las centrales hidroeléctricas de apurar los márgenes que le deja la ley para aprovechar el alza de precios del gas y así hacer su particular agosto merced al sufrimiento de los pobres consumidores.

Pero no sólo eso. Ribera llegó a abroncar a a las eléctricas y les acusó de no tener "ninguna empatía social" y provocar el precio más alto de la electricidad de más de la mitad de las horas durante los últimos meses. Es más: ponía cifras. Decía Ribera que en el 65% de las horas de junio, el 64% de las de julio y el 59% de las de agosto, la hidráulica marcó el precio máximo al casar la demanda con la oferta de energía.

Tampoco queda ahí la cosa. Este miércoles, en el diario El País, Ribera se permite el lujo de hablar de "distorsión" en los máximos del recibo de la luz porque se comparan con el mismo día del año pasado. Por ejemplo, este miércoles pagaremos 132 euros por MW/h, cuando el año pasado se pagaban 36, más de un 360%. Decía Ribera que esta comparativa está distorsionada porque el año pasado se registraron los precios más bajos de la luz y este año los más altos. Tendrá la señora Ribera que pedirle a sus compañeros de gabinete entonces que no distorsionen los datos del paro y el PIB de los que presumen precisamente por estar comparados con los datos de 2020, el peor año para estos dos indicadores.

El problema es que Ribera omite algunos datos fundamentales en su análisis. Tan fundamentales que no le permitirían a la ministra acusar a las malvadas eléctricas de la subida del precio de la luz:

  • En primer lugar, que si la hidráulica no hubiera intervenido en el pool energético durante esos días, el precio de la energía eléctrica hubiera marcado máximos históricos todavía más altos.
  • El segundo, que eso es así porque el precio máximo lo marca el gas merced a los carísimos derechos de emisión de CO2 (que se han duplicado en el último año), y al rally alcista de los precios del gas por la creciente demanda asiática y las tensiones en las infraestructuras que conducen la materia prima hasta Europa.
  • En tercer lugar olvidó recordar Ribera que la hidráulica, a la que la ministra pide empatía, y a la que considera culpable de los máximos en el precio de la luz, ha marcado el 12,5% de los mínimos por debajo de un euro que se han registrado desde el mes de enero, según apuntan a Libre Mercado fuentes del sector.
  • En cuarto lugar, que aproximadamente el 75% de las 1.312 centrales hidráulicas que hay en España son "de agua fluyente" y su entrada en el pool eléctrico depende de cada Confederación Hidrográfica ya que están concebidas para evitar que se sequen los cauces de los ríos, para el abastecimiento, el riego etc. Esto significa que no pueden decidir cuándo hacer pasar el agua por la turbina, con lo que entran siempre "a precio aceptante", es decir, a cero euros.
  • En quinto lugar, tampoco cuenta Ribera que si el mix energético español tuviera una base de nucleares más amplia dependeríamos menos de energías marginales como los ciclos combinados. Más al contrario, ha sido este mes de agosto cuando María Jesús Montero, culpó del precio de la luz a Aznar y Rajoy por no continuar lo locura de subvenciones a renovables que puso en marcha Zapatero y que hoy nos obliga a pagar el déficit de tarifa.
  • En sexto lugar, parece no tener empatía la señora Ribera, la responsable de transición ecológica, que la generación de 1kWh hidroeléctrico evita la importación de 0,22/0,25 kg de fuel o, por término medio, algo más de 0.4 kg de carbón. Ello supone que en un año medio, España ahorra la importación de unos 7 millones de toneladas equivalentes de petróleo gracias a su infraestructura de generación hidroeléctrica.
  • En séptimo lugar, también olvidaba Ribera recordar que entre 6 y 7 de cada 10 euros que se pagan en la factura de la luz corresponden a impuestos y paraimpuestos y que revierten directamente a las arcas del Estado. Es decir, que si hay alguien que se aprovecha de esta situación es Hacienda y la señora Montero.
  • Y por último, nada dice la que pide "empatía" a las eléctricas, de los cerca de 10.000 millones que se embolsa cada año el Gobierno sólo con los impuestos y los derechos de CO2. Sólo en 2020 fueron aproximadamente 6.500 millones de IVA, 1.500 de impuestos de electricidad y otros 1.300 de los derechos de emisión de CO2 (ingresó 2.300 por este concepto, pero 1.000 los dejó en el sistema para rebajar costes). Este año ha bajado el IVA (a mitad de año) pero se han duplicado los derechos de emisión de CO2.

¿Por qué hace esta acusación la señora Ribera?

Porque las grandes centrales hidráulicas, las llamadas "de pie de presa", a sabiendas de que el gas será necesario para casar oferta y demanda y lo hará a un precio muy alto, aprovecha el coste de oportunidad y oferta su energía a un precio algo más barato para entrar antes en el pool. Muchas de las horas del día sucede esto. En otras ocasiones, se reduce la demanda y es la hidráulica la que hace de marginalista, fijando el precio para el pool.

¡Pide empatía a las eléctricas!

Lo que no quiere ver Ribera es que esas ocasiones en las que el gas no termina entrando, la hidráulica casa la demanda a un precio inferior, ligeramente inferior, al que fijaría el gas. y que, fundamentalmente, la hidráulica no entraría a esos precios si el gas no estuviera tan caro. Por otro lado, estaría pidiendo Ribera que el mercado eléctrico (ya muy regulado) no opere bajo las leyes de la oferta y la demanda. Es decir, que la hidráulica en este caso, una tecnología que por su características técnicas puede hacerlo, no obtenga beneficios por la producción de energía eléctrica limpia y renovable.

Visiblemente molesta y, de nuevo, en sede parlamentaria, Ribera aleccionó a las eléctricas y les recordó que la empatía cotiza en bolsa, porque algunos fondos que se rigen por criterios sociales, de sostenibilidad y gobernanza, son propietarios de importantes paquetes accionariales de las compañías eléctricas. Reprochaba a las hidráulicas la ministra que no hayan actuado con empatía. ¡El Gobierno! ¡El que se lleva 6 de cada 10 euros del recibo pide empatía!

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