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Por qué tu smartwatch puede hacer que te suba el recibo del seguro

Muchas aseguradoras ofrecen descuentos o bonificaciones especiales para aquellos clientes que se comprometan a adoptar un estilo de vida saludable

Muchas aseguradoras ofrecen descuentos o bonificaciones especiales para aquellos clientes que se comprometan a adoptar un estilo de vida saludable
Smartwacht. | Pixabay

Suena la alarma despertador del teléfono móvil. La cafetera con wifi indica que quedan pocas cápsulas de expreso y la pantalla de la puerta de la nevera alerta de que la leche está a punto de caducar. Antes de comenzar la jornada laboral, el smartwatch señala que la calidad del sueño no ha sido adecuada pero las pulsaciones y el nivel de hidratación ahora mismo son normales. La báscula se conecta con una app que muestra una leve bajada de peso. Lo de salir a correr con el GPS está empezando a dar sus frutos. Y decides programar el robot de cocina con el móvil para que a mediodía prepare una crema de verduras. ¿O tal vez una lasaña?

Y así es como una aseguradora puede conocer cómo duermes, qué comes, cuánto ejercicio haces y tu nivel de estrés diario. Esa información casi a tiempo real que proporciona el internet de las cosas permite a las empresas limitar el margen de error a la hora de evaluar los riesgos de un póliza y ofrecer de este modo un seguro de vida o de salud prácticamente personalizado para cada cliente.

Este tipo de servicio se conoce como ‘insurance as a service’ y comienza a ser tendencia en el sector seguros. Muchas empresas ofrecen descuentos o bonificaciones especiales para aquellos clientes que se comprometan a adoptar un estilo de vida saludable: más deporte, mejor alimentación, cuidados físicos y psicológicos… El problema es que debes ceder tus datos privados. La ventaja es que las coberturas de tu póliza se adaptan a tus circunstancias y no pagas por aquellos servicios que no necesitas.

Seguro personalizado o ‘insurance as a service’

Los ‘insurance as a service’ no sólo se aplican a los seguros de vida o de salud. Otro ejemplo es el ‘pay as you drive’ (paga según conduces) que ofrecen algunas empresas, un seguro con el que los clientes pueden ahorrarse gran parte del coste de la póliza si demuestran ser buenos conductores.

O en el caso de los seguros de hogar, el gran objetivo de las aseguradoras es conseguir que la tecnología de sensores se extienda por las casas, de tal forma que sería posible implantar un seguro proactivo, capaz de anticiparse a los desastres y controlar las pérdidas. Los sistemas de detección de fugas y cortes de agua, termómetros y detectores de humo con acceso a Internet, toda esa tecnología puede prevenir daños en la propiedad, costosos para las empresas y para los clientes. Su funcionamiento es similar a los dispositivos que incorporan los vehículos y que alertan a un conductor distraído o somnoliento antes de que se produzca un accidente.

A veces, simplemente conocer la ubicación de los clientes ya supone un cambio importante para las aseguradoras. Algunas empresas ya han implantado un sistema de alertas meteorológicas específicas cuando se prevén fenómenos atmosféricos como inundaciones, huracanes o grandes nevadas que pueden alterar las condiciones habituales del entorno.

Este es tan solo un ejemplo de cómo la revolución del Internet de las Cosas va a transformar por completo la industria aseguradora. A medida que los hogares incorporen electrodomésticos, dispositivos y sensores inteligentes, será mucho más sencillo ofrecer un seguro prácticamente personalizado para cada usuario.

¿Qué son las insurtech y por qué son el futuro?

Este tipo de seguros ‘as a service’ incluyen unas determinadas coberturas y tienen un coste basado en el uso y en el grado de riesgo de cada cliente, por lo que el precio de la póliza puede variar a diario (o incluso por horas) en función del estilo de vida del asegurado. Se trata de pólizas en plena expansión y que suelen ir de la mano de las insurtech (el acrónimo resultante de insurance y technology), que son aquellas aseguradoras que basan su modelo de negocio en las nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial, el Internet de las Cosas, el Machine Learning o el Big Data.

La entrada de estos nuevos ‘players’ al mapa de las aseguradoras supone una fuga de clientes hacia los seguros digitales. La pérdida de ingresos que podrían afrontar las aseguradoras tradicionales en los próximos años alcanzaría los 4.000 millones de euros, según cálculos de la consultora Accenture. Durante el 2020, en España se han incorporado hasta 87 nuevos ‘players’ al mercado, por lo que actualmente el sector asegurador en nuestro país suma 247 empresas y 7 iniciativas corporativas, lo que dibuja un mercado altamente competitivo y con una tendencia imparable hacia la digitalización.

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