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Diego Barceló Larran y Clemente Fernández

El despilfarro de las diputaciones provinciales: nos cuestan 7.700 millones de euros

Hay en España 38 diputaciones provinciales, excluyendo las provincias de régimen foral y los archipiélagos, contando con 1.052 diputados.

Hay en España 38 diputaciones provinciales, excluyendo las provincias de régimen foral y los archipiélagos, contando con 1.052 diputados.
Diputación provincial de Jaén, Andalucía. | Alamy

Hay en España 38 diputaciones provinciales, excluyendo las provincias de régimen foral y los archipiélagos. La función de esas 38 diputaciones es garantizar la prestación de determinados servicios por parte de 6.603 ayuntamientos que tienen menos de 20.000 habitantes. Para ello cuentan con 1.052 diputados y un presupuesto conjunto de casi 7.700 millones de euros (datos para 2020).

La situación es muy diversa entre provincias. Por ejemplo, Pontevedra y Cádiz tienen menos de 55 ayuntamientos con menos de 20.000 habitantes, mientras que Burgos, Salamanca y Zaragoza tienen más de 300. La población que vive en municipios con menos de 20.000 habitantes es de casi 1,4 millones en Barcelona y cercana a 900.000 personas en Sevilla, pero no llega a 100.000 almas en Ávila, Teruel, Palencia y Soria.

El gasto medio de las diputaciones por cada ciudadano que se beneficia de sus servicios también varía mucho: desde menos de 400 euros anuales por persona en Lugo y Guadalajara, hasta más de 1.100 en Cádiz y Málaga. El gasto por habitante en Cádiz es casi 4 veces mayor que en Guadalajara. Si se hace el mismo cálculo en función de los ayuntamientos atendidos, se encuentra que las diputaciones de Zamora, Teruel, Ávila y Guadalajara disponen, de media, de menos de 300.000 euros anuales para cada uno de ellos, al tiempo que en Córdoba, Barcelona y Sevilla tienen unos 4,5 millones, llegando a 9,3 millones en Cádiz. El gasto por municipio en Cádiz es 41 veces más alto que en Guadalajara.

Diferencias en las características de la población atendida (dispersión, edad, etc.) así como en la calidad de los servicios prestados pueden justificar parte de la brecha de gasto que hay entre unas y otras diputaciones. Sin embargo, si en Sevilla alcanza con gastar 542 euros/año por persona de municipios de menos de 20.000 habitantes, llama la atención que en Cádiz se gasten 1.500 euros. Si en Zamora y Ávila basta con poco más de 600 euros/año, ¿por qué en Burgos y Soria se gastan más de 1.000 euros?

El estado (con minúscula, a no ser que también escribamos "individuo" con mayúscula) es un grupo de personas que gasta dinero de otros (los contribuyentes) en beneficio de terceros (los ciudadanos). No tiene el más mínimo incentivo para economizar. Como la tendencia natural del estado es al derroche, hay muchos controles y sindicaturas para intentar moderarlo. Pero ni así puede evitarse.

¿Cuánto derrochan las diputaciones?

¿Cuánto derrochan las diputaciones? Es difícil dar una cifra precisa. Pero imaginemos que en todas las diputaciones el gasto por habitante en municipios de menos de 20.000 habitantes fuera de 450 euros anuales (hay nueve diputaciones donde el gasto es inferior, por lo que es un supuesto muy moderado). En ese caso, el gasto bajaría desde 7.700 a 5.500 millones de euros (casi un 30% menos). Si dividimos el ahorro de 2.200 millones de euros anuales entre los 10,1 millones de personas que trabajan en el sector privado en esas 38 provincias, tenemos que cada uno de ellos paga 214 euros anuales de más en impuestos.

Es inmoral quitar a la gente parte del fruto de su trabajo para despilfarrarlo. Aun así, hay quien pensará que esos 214 euros anuales no son tanto como para preocuparse. Nosotros creemos que se trata de una cifra alarmante: esos 7.700 millones que ahora gastan las diputaciones equivalen apenas al 2,3% del gasto no financiero del conjunto de Administraciones Públicas (sin contar las prestaciones sociales ni los intereses de la deuda). Otro ejemplo son los casi 20 euros anuales por contribuyente que gastan de más los parlamentos autonómicos, que explicamos en otro artículo.

En lugar de tener diputaciones para enmendar los problemas de miles de ayuntamientos que no tienen una escala suficiente, lo razonable sería fusionar esos mismos ayuntamientos para que tengan el tamaño mínimo necesario para prestar por sí mismos todos los servicios. Gran parte de los municipios afectados está en la llamada "España vaciada"; antes de montar partidos políticos para exigir dinero a los demás, sería mejor que protestaran para reducir el despilfarro que se produce delante de sus narices.

(*) Pocas semanas después de reunir los datos necesarios para escribir este artículo, Clemente falleció de forma repentina. Sirva este texto como humilde homenaje a su trabajo en defensa de las ideas de la libertad.

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