Superar un cáncer implica tener que reiniciar tu vida también en el mundo laboral para enfrentarse a esta enfermedad. Lo sabe Begoña Valderrama, que en 2015 fue diagnosticada de cáncer y que se vio obligada a abandonar el negocio de bicicletas que tenía con su hermano y a someterse al tratamiento mientras cuidaba de su hija de diez años.
Cuenta que conocer el diagnóstico supuso un "auténtico shock que te para en seco". "Lo primero que pensé es ‘no quiero morirme, por mi hija, por mi marido", relata. Consiguió curarse, y tres años después, se enfrentó al reto del retorno a la vida laboral, a una edad en que "parece que tu momento ha pasado, y eso es terrible".
Begoña explica que tras la lucha contra el cáncer te conviertes en alguien "diferente", con un aprendizaje que en su opinión le hacía "más valiosa", pero "el mundo laboral no estaba dispuesto a aceptarlo". Necesitaba de un espaldarazo para reincorporarse al mercado y lo encontró de la mano de Banco Santander y su programa Reencuentra, que en su primera edición ayudó a cien mujeres.
Begoña define el programa como una "maravilla" que supuso concederle una oportunidad en un momento muy difícil, en el que encontró "todo el soporte del mundo", con experiencia laboral, un máster on line y mentoring y coaching para ayudar a mujeres con Begoña a "reencontrarse": "Tienes que ponerte en la situación y estar dispuesto a arrancar". Hoy, Begoña trabaja en la Fundación Aladina, que apoya a niños con cáncer y sus familias, y que en los últimos días está apoyando a 35 familias ucranianas que han viajado con sus pequeños a España para continuar con su tratamiento oncológico. Hoy, Begoña es feliz.