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La huelga de transportistas paraliza las exportaciones y pone en peligro el aceite de oliva español

Según Asoliva, los mercados extranjeros están empezando a recurrir a Portugal, Italia y Túnez y el prestigio internacional de España corre peligro.

Según Asoliva, los mercados extranjeros están empezando a recurrir a Portugal, Italia y Túnez y el prestigio internacional de España corre peligro.
Envasado de aceite de oliva | Europa Press

Las consecuencias de la huelga de transportistas no sólo se dejan notar en el reparto de mercancías dentro de nuestro país, sino que los paros también están afectando de forma muy preocupante a las exportaciones de muchos productos que España vende fundamentalmente al exterior como, por ejemplo, el aceite de oliva.

"Ha habido una paralización prácticamente total, porque hemos sufrido piquetes tanto a la salida de las industrias y de las fábricas, como a la entrada de los puertos, con lo cual, si la exportación no se ha reducido totalmente, al menos estamos hablando de una reducción del 80%", explica Rafael Pico, director general de Asociación Española de la Industria y el Comercio Exportador del Aceite de Oliva (Asoliva). Según sus cálculos, España vende fuera de sus fronteras tres cuartas partes de lo que produce. De ahí, la delicada situación del sector. "Si no puedes exportar y el 75% de la riqueza viene de la exportación, mal vamos", lamenta.

Nuestros competidores ganan terreno

A pesar de que, en los últimos días, tanto la huelga como los piquetes parecen haberse aminorado, Pico advierte de que gran parte del daño que ya ha sufrido el sector puede ser irreversible: "Lo más grave ya no es el impacto económico que podamos sufrir mientras duren los paros, sino que muchos de nuestros compradores, al no poder recibir nuestra mercancía, han recurrido a otros países como Portugal, Italia o Túnez y eso es una noticia muy mala para nosotros, porque si tú dejas entrar a otro proveedor, luego ese cliente puede regresar o no, vete tú a saber".

Por eso, lo que más le preocupa a Asoliva es la repercusión que todo esto pueda tener en "la imagen y el prestigio" de España, hasta ahora líder mundial en producción, comercialización y exportación de aceite de oliva. Y, en este sentido, Pico responsabiliza directamente al Gobierno, al que acusa de no haber calibrado bien las consecuencias a la hora de atajar el conflicto. "Yo no me meto con la plataforma que ha convocado la huelga, porque la plataforma puede reivindicar lo que considere oportuno siempre que sea legal, pero creo que el Gobierno ha tardado en moverse y negociar, y todo el mundo ha sufrido las consecuencias", lamenta en declaraciones a Libre Mercado.

La "guinda" del pastel

Llegados a este punto, Pico advierte, además, de que incluso aunque la huelga termine, "la normalidad va a tardar" en llegar a las exportaciones, ya que los puertos se van a convertir en un cuello de botella: "Todo lo que no se ha exportado antes, se va a querer exportar ahora y si desde el cierre del Canal de Suez y la crisis económica ya faltaban contenedores y navieras, ahora el problema se va a agudizar".

De hecho, para Asoliva esta no es sino "la guinda" de la complicada situación que el sector lleva arrastrando desde hace años no sólo por las ya mencionadas razones, sino también como consecuencia de "la pandemia, los aranceles injustamente impuestos por EEUU a la producción del aceite de oliva y ahora una guerra que no permite exportar ni a Rusia ni a Bielorrusia, pero tampoco importar de Ucrania". A todo ello, se suman los costes "totalmente disparados" tanto de las materias auxiliares, como de la luz y el gas, algo que, según Pico, acabará derivando "en unos precios de venta al público muy elevados".

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