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Bruselas rectifica y liberaliza los barbechos para evitar el desabastecimiento

La guerra ha cortado el mercado de maíz y girasol procedente de Ucrania y la ganadería española se está quedando sin pienso.

La guerra ha cortado el mercado de maíz y girasol procedente de Ucrania y la ganadería española se está quedando sin pienso.
Campo de cereal y barbecho en San Martín de Valvení, Valladolid. | Flickr/CC/titoalfredo

Los agricultores podrán cultivar las tierras de barbecho para la siembra y aprovechamiento de pasto. El riesgo de desabastecimiento provocado por la guerra de Ucrania ha obligado a actuar a la Comisión Europea y el pasado 25 de marzo liberalizó los barbechos, así que los agricultores podrán utilizar esas tierras sin que ello les penalice a la hora de acceder al pago verde (greening) de este año.

El Gobierno de España se sumó a la propuesta y ha adoptado esta norma europea dentro del real decreto-ley de medidas urgentes del plan nacional de respuesta a las consecuencias económicas y sociales de la guerra de Ucrania. El objetivo, dice el Ejecutivo, es "compensar la pérdida de productos que habitualmente se importan de Ucrania", y que principalmente son el girasol y el maíz.

"Era una medida necesaria poder liberar la capacidad productiva que tenemos en toda España y en toda Europa para poder paliar las consecuencias del corte de los flujos de entrada de cereal y de oleaginosas de Ucrania y poder abastecer a la ganadería", ha señalado el director del Departamento Internacional de Asaja, Ignacio López, en declaraciones a Libre Mercado.

Subida de los costes de producción

El total de hectáreas de barbecho en España es de dos millones y medio, pero el Gobierno estima que se podrán poner en producción unas 600.000, es decir, solo una cuarta parte. Uno de los motivos es que, "teniendo en cuenta los altísimos costes de producción", a muchos agricultores ni siquiera les va a salir a cuenta plantar su tierra, señalan desde Asaja. "Los precios ya estaban muy altos antes de la guerra. En general, todos los costes de producción ya habían subido enormemente y esto (la invasión) ha venido a agravar la situación".

Además de liberalizar los barbechos, la Unión Europea también ha relajado los requisitos de los cultivos para abrir el mercado de importación de cereales y oleaginosas en los puertos de Brasil, Argentina, Canadá o EEUU. De este modo, se han ampliado los niveles máximos de residuos permitidos en los cultivos, por supuesto manteniéndolos dentro de los límites estrictos en materia de seguridad alimentaria.

A pesar de todo, según Asaja, el plan no se va a traducir en una bajada de precios para los consumidores. "La medida aliviará de forma muy importante las importaciones e incluso el abastecimiento podría estará asegurado si la situación no empeora. Desgraciadamente, el precio seguirá siendo desmesuradamente alto, también para los productores", ha señalado López.

¿Girasol o maíz?

En el marco europeo, España es uno de los países con mayor dependencia en la importación de proteínas vegetales y uno de nuestros mayores proveedores es Ucrania. De allí procede el 60% del aceite de girasol que importamos, así como una tercera parte del maíz que adquirimos en los mercados extranjeros, es decir, unos 3 millones de toneladas.

Por lo tanto, girasol y maíz son los dos productos propuestos por la Unión Europea y el Gobierno para aprovechar los barbechos, aunque los agricultores no tienen por qué elegir obligatoriamente entre ambos. Su mayor aliciente es que su precio se ha duplicado en el último año.

"La opción más interesante es la del girasol. Todavía estamos en temporada, no requiere tanta agua como el maíz y su precio supone un importante incentivo", señala Ignacio López. "El girasol está en torno a los 900 euros por tonelada cuando normalmente cuesta la mitad. El maíz está en los 320 euros/tonelada, también un 50% más caro que el año pasado por estas fechas", puntualiza.

Qué es el pago verde o greening

La Unión Europea establece que los productores que realicen "prácticas agrícolas beneficiosas para el clima y medio ambiente" podrán solicitar un pago anual por cada hectárea vinculada a un derecho del régimen de pago básico de la Política Agraria Común (PAC). En España, el año pasado se abonaron más de 1.390 millones de euros en pagos verdes, según datos del Gobierno.

Los requisitos para acceder al pago verde son tres: sembrar varios cultivos diferentes en la explotación, mantener una parte de la superficie dedicada a pastos y dedicar parte de la superficie a cultivos de interés ecológico, que son las tierras en barbecho y las superficies dedicadas a los cultivos fijadores de nitrógeno (las legumbres).

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