Entre los muchos sectores que tienen pendientes el reto de la digitalización está el denominado "tercer sector", el de las organizaciones sin ánimo de lucro que se apoyan en el voluntariado y la ayuda desinteresada de ciudadanos y empresas. El Barómetro de la digitalización del tercer sector, elaborado por la Fundación ISDI en colaboración con el programa Talento Solidario de la Fundación Botín, reveló las carencias de estas organizaciones, que en su inmensa mayoría carecen de tecnologías y prácticas digitales.
En su caso, el respaldo para emprender esta transformación, cada vez más necesaria, es fundamental. Con este objetivo nació el programa Santander Social Tech, un proyecto de la Fundación Banco Santander que busca mejorar las acciones de las ONG a través de la digitalización.
El programa, que ya celebra su cuarta edición, ofrece a las ONG seleccionadas talleres online, asesoría y ayudas económicas de hasta 5.000 euros. Hasta ahora, en tres años, ha ayudado ya a 380 ONG con 160 ayudas, 38 talleres y asesoramiento a 128 personas con una inversión de cerca de un millón de euros.
Entre las empresas que recibieron este espaldarazo para superar la brecha digital está la ONG de Maika Sáenz, la Fundación Fransol, que ayuda a niños de países en vías de desarrollo a continuar sus estudios a través de apadrinamientos. Maika, gestora de proyectos de la fundación, señala que gracias a esta ayuda han dado "un gran salto cualitativo" en la entidad y ahora tienen a su disposición herramientas digitales que les ayudan a hacerse "más visibles y captar nuevos padrinos y empresas" dispuestas a ayudar.