Desde el comienzo de la invasión de Ucrania, muchos países europeos se han volcado con los millones de ciudadanos que han dejado sus hogares huyendo de la guerra. Ha sido también el caso de España, donde miles de ucranianos, sobre todo madres y niños, han encontrado un refugio. El reto continúa tras la llegada: los refugiados necesitan estabilidad económica y una integración social muchas veces complicada, sobre todo, por la barrera del idioma.
En este contexto han nacido iniciativas empresariales para facilitar la ayuda a los refugiados como la lanzada por la Fundación CEOE en colaboración con Banco Santander, que busca combinar ofertas de empleo, cursos de idiomas gratuitos e información para la integración en una sola plataforma, Empresas por Ucrania. Ya se han recibido casi 2.000 vacantes de unas 450 empresas.
La información y la ayuda ya está llegando a los refugiados en los cuatro grandes centros de recepción de España, situados en Madrid, Barcelona, Alicante y Málaga.
Entidades como Banco Santander también se han volcado en ayudar a los refugiados. De hecho, más de 200 refugiados ucranianos han sido acogidos en El Solaruco, la residencia que se encuentra en la Ciudad Financiera de Banco Santander. Entre ellos hay una treintena de niños en tratamiento oncológico que están siendo tratados en varios hospitales madrileños.