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Sánchez hace amigos con el gas: revende el que recibimos a buen precio y fuerza a meter gas caro en el recibo de la luz

Entra en España por los gasoductos un total de 274,9 GWh/día y salen exportados hacia el norte de Europa y Marruecos 151,7GWh/día.

Entra en España por los gasoductos un total de 274,9 GWh/día y salen exportados hacia el norte de Europa y Marruecos 151,7GWh/día.
Pedro Sánchez y el rey Mohamed VI, durante su cena Rabat el 8 de abril. | Europa Press

Un extraño negocio. Así se podría calificar la actividad de exportación e importación de gas que realiza España en plena crisis energética. Somos una economía dependiente del gas natural para generar electricidad. Hasta hace nada el principal suministrador de gas a España era Argelia y lo vendía a un precio relativamente barato gracias a los acuerdos de amistad y el envío por gasoducto —más barato que el transporte del gas licuado en barco—. Sánchez ha dinamitado esa relación con Argelia por culpa de su regalo del Sáhara a Marruecos y eso ha supuesto ya un recorte a la mitad del gas barato argelino. Pero, por si fuera poco, la mitad del que aún recibimos es exportado al norte de Europa o, por supuesto, Marruecos, forzando a comprar gas más caro —procedente de fracking y buques metaneros— para usarlo en la generación de electricidad. Resultado: encarecimiento del recibo de la luz. Porque, por mucho que Sánchez dijera que está topado el precio del gas, los consumidores pagan en su recibo mensual la compensación a las gasistas por ese mismo tope. En resumen: un curioso negocio.

Los últimos datos de exportaciones de gas de España han arrojado una peculiar conclusión. Por nuestros gasoductos fluye el gas en las siguientes direcciones y en los siguientes volúmenes. Por el que conecta España con Portugal, nada. Por el que nos une con el resto de Europa a través de los Pirineos, salen 135,8 GWh/día. Por el único gasoducto por el que aún nos envía gas Argelia (entra por Almería), España recibe 274,9 GWh/día. Y por el que llegó a ser el principal tubo de entrada de gas argelino (el que pasa por Tarifa), en estos momentos no llega gas sino que sale: camino de Marruecos y en un volumen de 15,9 GWh/día, según algunos de los datos diarios mostrados a lo largo de esta última semana.
Resultado: entra por los gasoductos un total de 274,9 GWh/día y salen exportados hacia el norte de Europa y Marruecos 151,7GWh/día.

Dicho de otra manera: el 55% del gas que llega por tubo, sale por tubo hacia otros países. Más de la mitad. Y ese gas, al ser importado por tubo —sin costes de licuado ni regasificación, ni de transporte en buque metanero— y con los antiguos precios fijados gracias a los tratados de amistad con Argelia, llega a España a un precio más barato. Pues bien, más de la mitad de ese gas barato es revendido al norte de Europa y Marruecos, lo que fuerza a que se tenga que comprar gas más caro, entre otras cosas, para usarlo en la generación de electricidad, elevando el coste del recibo de la luz.

Pedro Sánchez se inventó un nuevo sistema de tope del precio del gas y afirmó que, gracias a ello, veríamos bajar el recibo de la luz. A la vista está ya que, tras pocas semanas de poner en marcha el invento, ha seguido subiendo el recibo de la luz. Y es que a Sánchez se le olvidó explicar que la compensación a las gasistas por el hecho de comprar gas a precio de mercado internacional y venderlo topado para generar luz en España la pagaban, también, los consumidores. Hay que recordar que buena parte de esta curiosa estrategia ha sido provocada por el tortazo de Sánchez a Argelia con la entrega del Sáhara a Marruecos.

Pedro Sánchez ha lanzado a todo su equipo gubernamental a asegurar que Argelia no cortará el gas a España tras el enfrentamiento generado entre ambos países por su decisión personal de entregar el Sáhara a Marruecos. Pero Sánchez oculta un hecho decisivo que ha sido certificado por los registros oficiales de suministro de gas de España y del que él tiene pleno conocimiento: en mayo, la compra de gas a Argelia ya ha sido recortada literalmente a la mitad de la efectuada el mismo mes de 2021. Traducido: Argelia ya ha dejado sin la mitad de todo el gas que enviaba tradicionalmente a España. Los datos son tozudos. Y sensiblemente más certeros y fiables que las palabras de Pedro Sánchez. Los datos son los siguientes. El gas no licuado importado desde Argelia en mayo de 2021 fue de 15.635 GWh. Y el gas natural licuado comprado y transportado por medio de metaneros se situó en 2.488 GWh. Resultado final: 18.123 GWh de gas importado de Argelia.

El mes de mayo de 2022 —justo antes de la ruptura por Argelia del tratado de amistad con España y del corte de relaciones comerciales—, el país suministrador ya había segado a la mitad el envío de gas con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. Este mes de mayo España sólo ha comprado 7.003 GWh de gas natural no licuado y 2.091 de licuado por medio de metanero. Resultado: 9.094 GWh, literalmente la mitad de los más de 18.000 GWh adquiridos un año antes por las mismas fechas. Incluso el dato de compras en porcentaje del total confirma este mismo recorte previo de Argelia. En 2021 el gas argelino supuso el 42,7% del total. Y ahora es de sólo el 24,8%.

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