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Los millones que le costará a España deshacerse de la nuclear: "No podemos permitírnoslo"

El Gobierno sigue adelante con su calendario para cerrar las nucleares.

El Gobierno sigue adelante con su calendario para cerrar las nucleares.
Vista aérea de la central nuclear de Cofrentes | Foro Nuclear

La crisis energética y la reciente decisión europea de declarar "verdes" las inversiones en energía nuclear no cambian los planes del Gobierno de cerrar los siete reactores que siguen en funcionamiento en España. Así lo ha confirmado la ministra de Transición Energética, Teresa Ribera, para quien la decisión europea "da por verde lo que no es".

El calendario de cierre y el coste de los desmantelamientos está detallado en el borrador, aún pendiente de aprobación, del Séptimo Plan de Residuos Nucleares. El coste total de enterrar el sector nuclear en España será de más de 26.500 millones de euros. La mayor parte de esta cantidad se irá a la gestión de residuos radiactivos aunque aún está por definir qué se hará con ellos. El desmantelamiento en sí de todos los reactores, según los cálculos de Endesa, ascenderá a 5.436 millones de euros. Como modelo se tomará la primera central nuclear levantada en España, la de Almonacid de Zorita, en Guadalajara, que cerró en 2006 y ha sido demolida casi en su totalidad. La siguiente en la lista será la de Santa María de Garoña, apagada en 2017 y aún en actividades preparatorias a la espera de la autorización de transferencia de titularidad a Enresa. Después, en 2027, le llegará el turno a Almaraz. Las últimas, en 2035, serán Vandellós y Trillo.

La decisión de clausurar las centrales en lugar de alargarles la vida para la que fueron diseñadas choca con la estrategia seguida en otros países como Estados Unidos o Reino Unido, que han apostado por los minirreactores; Francia, que está alargando la vida de los suyos u Holanda y Polonia, que planean la construcción de nuevas centrales. El sector, mientras, reclama hasta ahora sin éxito que no se desdeñe esta fuente de energía en España. En conversación con LD, Héctor Dominguis, presidente de la Sociedad Nuclear Española, señala que "en el mundo la nuclear es una realidad", que "el futuro nuclear es próspero" y que es clave que "haya un marco regulatorio que le dé viabilidad" en nuestro país a una industria que "hoy por hoy es muy necesaria" para la "seguridad de suministro, la competitividad y la sostenibilidad medioambiental".

Sobre la incertidumbre que acecha al sector y la posibilidad de que se alcance un punto de no retorno en la decisión de cerrar las centrales, Dominguis señala cómo los calendarios y estrategias "se deben adoptar con un criterio técnico y económico para que cuesten lo menos posible y sean lo más eficientes posibles". En una central, recuerda, "las inversiones se planifican quinquenalmente" y señala cómo se hacen "inversiones anuales del orden de 30 millones por reactor". Además, "la compra de combustible se hace con tres años de antelación como mínimo", por lo que "cualquier decisión se debe tomar cuanto antes porque cada retraso supone una distorsión en los planes de operación y mantenimiento".

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Central nuclear de Trillo | Foro Nuclear

Como ejemplo pone la situación que se está viviendo en dos países de Europa en torno al debate de si alargar o no la vida de las centrales nucleares. En Alemania, donde está previsto que los tres últimos reactores se apaguen este invierno, una marcha atrás es ya inviable: "Aunque muchos reclaman que les gustaría mantener los tres gigawatios" de energía nuclear, "llega un momento en que no puede mantenerse, porque no se ha hecho la planificación de compra de combustible ni las inversiones necesarias. No se ha planificado la operación del siguiente año con el tiempo suficiente". En Bélgica, mientras, sí han adoptado la decisión de revertir el cierre de las centrales nucleares "con el tiempo suficiente para poder planificar que operen durante diez años más". "Llega un momento en que ya no es viable que una central nuclear continúe operando y se complica mucho la gestión a futuro si quieres volver a operarlas", señala en alusión a la situación española.

El presidente de la Sociedad Nuclear Española señala, además, otro factor que complica la viabilidad de las centrales en nuestro país: la presión fiscal. "Pagan más de un 50 o 60 por ciento sobre ventas en impuestos. Cualquier industria sometida a esta presión fiscal es insostenible", destaca. En su opinión, es necesario que se cree un marco regulatorio que "le dé viabilidad a esta industria, hoy por hoy muy necesaria".

Desde la Sociedad Nuclear Española reclaman como "primer paso" la "revisión" del plan de cierre de las centrales y que se les permita que sigan operando más allá de la fecha para la que fueron diseñadas. Dominguis destaca sobre esta energía que "un seis por ciento de potencia instalada está generando la quinta parte de la energía que consumimos". También resalta que supone el 30% de la energía libre de emisiones y que se ve "poco afectada por factores externos ya sean políticos o climatológicos". Sobre los reactores españoles, afirma que "son muy eficientes", tienen "prestigio internacional" y están generando "28.000 puestos de trabajo directos o indirectos".

La coyuntura política hace "necesaria e imprescindible esta revisión", insiste Dominguis, que recuerda la dependencia creciente del gas natural: "¿Cómo vamos a prescindir de un activo que es totalmente seguro y fiable en un momento de tal incertidumbre?". "España no se puede permitir el lujo de cerrar una industria que nos aporta independencia, sostenibilidad y competitividad", zanja.

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