La presidenta de la Comunidad de Madrid anunció este jueves desde Lisboa que su Gobierno va a ampliar hasta el 25% la bonificación en el impuesto de Sucesiones y Donaciones entre hermanos, tíos y sobrinos, dando continuidad a las bajadas tributarias llevadas a cabo en esta legislatura y que forman parte de los compromisos del programa electoral.
Se trata – detalló Isabel Díaz Ayuso ante el alcalde de la capital lusa, Carlos Moedas- de parte de la batería de propuestas de rebajas fiscales "para acompañar a todos los ciudadanos, pero, especialmente, a aquellos que están en situaciones más difíciles en estos momentos".
Lo que pretende es "ahondar en esa política de baja fiscalidad" que ya hay, por ejemplo, en países como Portugal. "Ojalá algún día lleguemos a tener una como este país, donde directamente este impuesto, como ocurre en toda la Unión Europea, ni siquiera ya se aplica, no existe".
Esta medida, que se aprobará a la vuelta del verano tal y como estaba previsto, entraría en vigor a partir del próximo 1 de enero de 2023 y supone un incremento de más de 10 puntos porcentuales en la rebaja con la que ya cuentan actualmente (15% en el caso de hermanos y del 10% con tíos y sobrinos). Se calcula que cerca de 11.500 contribuyentes se beneficiarán de la misma y que generará un ahorro fiscal de casi 48,3 millones de euros.
Con esta decisión, un sobrino que herede, por ejemplo, 100.000 euros, tendrá que pagar unos 13.239 euros frente a los 15.887 actuales, lo que se traduce en unos 4.400 euros menos sobre la cuota tributaria y casi 2.650 menos que con la bonificación vigente. En el caso de un hermano fallecido, si la persona recibe 200.000 euros, podrá llegar a ahorrarse hasta 12.000 euros sobre la cuota tributaria.
Encontronazo con Vox
Este impuesto y su bonificación ya trajo consigo uno de los encontronazos más fuertes entre el PP y Vox. Los de Rocío Monasterio llevaron a la Asamblea madrileña una iniciativa para bonificarlo al 99%, como ya sucede entre padres e hijos. Los populares se abstuvieron en la votación lo que provocó que no saliera adelante.
Emplazaron entonces a Vox a que fueran de su mano para que en otoño, durante el próximo periodo de sesiones, aprobaran juntos la rebaja prometida por Ayuso, que es ésta que este jueves confirma la presidenta madrileña.
"No se trata de hacer una carrera para ver quién baja más los impuestos y en qué cuantía. Se trata de hacerlos casar con las cuentas públicas", les dijo a los de Monasterio el popular Álvaro Vallarín, a quienes pidió que no se equivoquen de enemigo. "El adversario es la izquierda, a quien hay que pedirle que baje los impuestos es a la izquierda".