El debate del estado de la nación se ha convertido ya en un campeonato nacional de subidas de impuestos. Y lo ha hecho pese a que ha escondido parte de los golpes que prepara el Gobierno para la actividad económica en los próximos ejercicios. Y, en concreto, golpes al comercio: nada menos que todo un plan de adaptación, antes de 2025, a una maraña de requisitos ecológicos que deberán sufragar los establecimientos comerciales fruto de la Agenda 2030 y de que Sánchez quiere dejar lanzado su gran legado como ejemplo de eco mandato. Y todo ello se ha presentado en el Congreso de los Diputados por parte del PSOE sin que se haya explicado en el mismo debate en el que Sánchez hablaba de los nuevos impuestos a las ‘injustas ganancias’ de eléctricas y bancos. Lo del comercio, por lo visto, era mejor no contarlo.
El coste de adaptación no se especifica en el documento que ya ha registrado el PSOE en el Congreso de los Diputados. Pero, evidentemente, no será pequeño.
"El elevado volumen de residuos generados en España, como en el resto de países desarrollados, supone uno de los mayores retos ambientales a los que nos enfrentamos", señala el redactado de los socialistas. "Abordar esta problemática requiere profundizar en los principios de la economía circular y en la aplicación de la jerarquía de residuos, primando la prevención, la reutilización y el reciclaje, por ese orden".
Y todo con cargo a las empresas: "En concreto, el impulso a la reutilización de bienes y productos es una de las claves para avanzar en circularidad, logrando que dichos productos alarguen su vida útil y reduciendo la generación de residuos", explica el documento del partido de Pedro Sánchez.
"Los envases son uno de los principales flujos de residuos. Regulados por normativa europea y nacional desde los años 90 del pasado siglo, España ha logrado avances en materia de recogida separada y reciclaje, si bien es necesario profundizar en estos aspectos", aclaran los socialistas. "En materia de reutilización, ha habido progresos en ámbitos como el de los envases de bebidas en el sector de la hostelería, pero apenas existe reutilización de envases en el canal doméstico. Por ello, y con el fin de reducir la generación de residuos de envases, se considera imprescindible avanzar en la introducción de la reutilización de envases de bebidas en los hogares". No sólo en comercios, sino que también en los propios hogares.
Por ello, el Grupo Parlamentario Socialista quiere que su Gobierno regule en un nuevo Real Decreto de Envases y Residuos de Envases una serie de "medidas ambiciosas en materia de prevención y reutilización".
En primer lugar, que "contemple objetivos de reutilización exigentes no sólo para los envases de bebidas en el canal HORECA, sino también en el canal doméstico".
Además, que exija a partir de 2025 que "los establecimientos minoristas de más de 300 m2 ofrezcan a los consumidores referencias de bebidas en envases reutilizables, con exigencias crecientes en función de la superficie de los comercios, extendiendo esta obligación a establecimientos de menor tamaño más adelante".
En tercer lugar, que se "establezca un sistema de depósito, devolución y retorno para envases de bebida reutilizables, de modo que exista un incentivo para que el consumidor devuelva los envases a los comercios". Nada recoge el documento sobre posibles ayudas a los comercios para abordar todo el tratamiento logístico, dependencias de almacenaje y personal encargado, con lo que los costes del sistema parece claro que irán a parar a las empresas privadas.
Por último, el partido de Sánchez quiere también que se definan los "objetivos de reutilización para envases industriales y comerciales", extendiendo las posibles exigencias a la industria. De nuevo, sin aludir a ayudas públicas para asumir los costes.