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Cómo ahorrar y prepararse para el invierno

Los meses previos al invierno son un buen momento para hacer balance e intentar adelantarnos ante los contratiempos.

Los meses previos al invierno son un buen momento para hacer balance e intentar adelantarnos ante los contratiempos.
Pixabay

Aunque todavía quedan algunos meses para el invierno, la incertidumbre económica, la inflación y la inestabilidad económica en la luz y el gas ha generado un sentimiento colectivo de miedo y prevención. En general, el otoño/invierno de 2023 se prevé que será duro para numerosos hogares, que deberán hacer cuentas para conseguir obtener una fuente de calor y, al mismo tiempo, mantener a sus familias.

Por esta razón, los meses previos son un buen momento para hacer balance, intentar adelantarnos ante los contratiempos y cambiar de compañía en caso de ahorro.

Los principales gastos de los hogares

1. Energía

Pese a que la luz y el gas son consumidos durante todo el año, es evidente que en los meses de bajadas de temperaturas y poco sol su demanda se dispara. A ello se une la subida desmesurada de los precios en comparación con los años anteriores. Así, este 2023 las familias deberán prestar especial cuidado a las energías que consumen.

Repasar las facturas y estudiar las distintas ofertas que ofrecen las empresas puede abrir la puerta a ahorrar dinero y mejorar las condiciones. En este sentido, algunas plataformas como Eligenio asesoran sobre las diferentes tarifas y condiciones tanto de luz como de gas de las principales compañías energéticas de España.

Además, no conviene desechar la idea de instalar placas solares o apostar por elementos que, aunque elevados en un primer momento, faciliten el ahorro. En este sentido, cada hogar es diferente y debe considerar qué medidas puede tomar para evitar desembolsar una gran suma de dinero a largo plazo.

2. Teléfono y wifi

De igual modo que la energía, el teléfono y el wifi se han convertido en un gasto fijo en la mayoría de los hogares. En algunos casos, las tarifas incluyen llamadas ilimitadas y otro tipo de servicios. Sin embargo, en otras las condiciones que se han contratado son inferiores a las que otras compañías ofrecen.

En este sentido, es importante repasar las facturas de teléfono y wifi y comprobar si verdaderamente compensa el gasto que estamos generando. De igual modo, en el mercado existen compañías de menor tamaño que pueden ofrecer un precio más competitivo y fomentar el ahorro.

3. Seguros

Otro gasto importante de los hogares es aquel relacionado con los seguros del coche y del hogar. Al igual que en los casos anteriores, no viene de más hacer una comparativa de precios o informarse sobre qué cifras ofrecen otras compañías. Además, en muchos casos la contratación de una compañía lleva aparejado otros beneficios que pueden hacer ahorrar. Este es el caso, por ejemplo, de las compañías que, a cambio de la contratación de una póliza, permiten disfrutar de una cuenta en el banco sin comisión u otro tipo de ventajas.

4. Compra semanal

La compra semanal de los hogares no solo es imprescindible para la supervivencia, sino que, además, es un gasto difícil de disminuir. La subida de precios, la necesidad de alimentarse y el hecho de que las familias cada vez dispongan de menos liquidez para comer y cenar fuera ha propiciado que el precio semanal de la lista de la compra se dispare.

Aunque los precios de los supermercados son similares, lo cierto es que existen diferencias económicas entre ciertas marcas. Asimismo, en ocasiones el ahorro puede incentivarse si aprovechamos ciertos productos en oferta que podemos congelar (pollo, pescado…) o evitamos marcas sumamente conocidas cuyo precio duplica o triplica al de las marcas desconocidas.

Una manera interesante de sortear el despilfarro es planificar menús semanales y realizar una compra masiva orientada a dicho menú. Además de permitir cocinar en una única tanda y preparar tuppers para toda la semana, este orden evita que los alimentos se desperdicien en la nevera y se echen a perder. De hecho, los deportistas profesionales o las personas que quieren perder peso recurren a este sistema para esquivar las tentaciones de comer otros productos menos saludables.

5. Productos necesarios (ropa, informática, zapatos…)

Con la llegada de septiembre, los hogares con hijos deberán enfrentarse a gastos relacionados con la vuelta al cole (libros, ropa, complementos…). Además, tarde o temprano todos debemos reponer prendas, especialmente aquellas que se utilizan durante la temporada de frío (botas, abrigos, etc.).

Las rebajas de verano son una buena oportunidad para anticiparse a esa serie de gastos e intentar adquirir prendas que nos harán falta en los próximos meses. Así ocurre, por ejemplo, con las tiendas de ropa que comercializan ropa de abrigo con descuento; o con artículos de informática, como ordenadores, que subirán su precio a partir de septiembre.

6. Gastos superfluos

Por último, los gastos pequeños y superfluos dan lugar a enormes pérdidas a largo plazo. Por gastos superfluos nos referimos a aquellas cuantías que, dado su escaso valor, apenas prestamos atención y despilfarramos. Este es el caso de compras de última hora, prendas low-cost que al final ni nos ponemos o, en general, cualquier gasto impulsivo que no genere un beneficio real.

Pese a que es importante disfrutar de la vida (y, de hecho, debemos hacerlo), es fundamental prestar atención a aquel dinero que malgastamos sin apenas ser conscientes de ello. Si retenemos ese gasto, tendremos un mayor poder adquisitivo para invertir en otras facturas.

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