El cheque escolar es una vieja propuesta liberal que aboga por desligar el principio de universalidad en el acceso a la educación de la prestación pública de dicho servicio, al entender que el derecho a recibir formación no debe desarrollarse única y exclusivamente a través de colegios y escuelas cuya gestión y manejo corre a cargo del Estado.
En Estados Unidos, el Estado de Arizona acaba de dar un paso de gigante en esta dirección, con la aprobación de un ambicioso programa de libertad educativa que beneficiará directamente a 1,1 millones de estudiantes, así como a sus familias. Un paso de gigante que ha generado verdadero entusiasmo en las filas del Partido Republicano, que lleva décadas promoviendo este tipo de reformas pero hasta ahora no había logrado traducir ese anhelo en avances legislativos tan concretos como el que se acaba de producir.
El esquema del programa es sencillo. Todas las familias de Arizona recibirán anualmente un cheque valorado en 6.500 dólares por hijo. A continuación, podrán consignar estos fondos a cualquier tipo de programa educativo, lo que incluye a las escuelas públicas, pero también a las de tipo chárter y, por supuesto, a los colegios privados. Además, estos recursos también pueden dedicarse a contratar servicios de tutoría y refuerzo o a financiar iniciativas de formación en casa o homeschooling.
Aplauso generalizado
La derecha mediática estadounidense no ha tardado en hacerse eco de esta monumental reforma y ha dedicado cientos de artículos al importantísimo avance que se ha materializado en Arizona:
- National Review recalca que Arizona "se convertirá, a partir de ahora, en el modelo a seguir para cualquier territorio de la unión que pretenda avanzar hacia una mayor libertad educativa".
- Wall Street Journal editorializa sobre la cuestión, observando que "esto supone un gran espaldarazo para la promoción del cheque escolar, puesto que cada estudiante que lo desee podrá beneficiarse del programa".
- Washington Examiner considera que hablamos de "una de esas reformas llamadas a transformar por completo la manera en que se concibe el funcionamiento de un sector, en este caso el educativo".
- USA Today recuerda que "se trata del programa más ambicioso que hemos conocido hasta la fecha, dem modo que tiene sentido que se haya aprobado en Arizona, donde en la última década se han dado pasos de gigante a la hora de innovar en materia educativa".
- Forbes destaca que, "lo que está haciendo Arizona es poner en práctica la noción de que lo importante en la educación no es financiar sistemas, sino financiar a los estudiantes, para que sean ellos los que están en el centro".
Fuerte expansión en EEUU
Hasta ahora, se estima que uno de cada cuatro alumnos de Arizona podían beneficiarse de este tipo de medidas. Sin embargo, la reforma que se acaba de aprobar convierte el programa en el marco general de todo el sistema educativo. Aunque ningún otro territorio estadounidense ha hecho algo así, Virginia Occidental se había acercado a la implantación de un cheque escolar tan expansivo, de modo que pronto podríamos ver cómo se desata una sana competencia entre estos y otros territorios por seguir ensanchando sus niveles de libertad educativa.
Un estudio del Goldwater Institute muestra que los 6.500 dólares ofrecidos a cada familia representan el 90% del coste presupuestario derivado de enviar a un niño a la educación pública, así como el 100% del desembolso asociado a la formación en un colegio o instituto privado. La clave, claro está, es que aquellos padres que eligen la opción privada se ven obligados a pagar la pertinente matrícula con dinero de su bolsillo, un desembolso que se suma al pago de impuestos. En adelante, ese dinero saldrá directamente de las aportaciones fiscales que ya realizan las familias, con el consecuente ahorro y la preceptiva ganancia de competencia en el sistema.
Madrid en el espejo
La apuesta de Arizona resulta de especial interés para el incipiente debate sobre el modelo educativo madrileño. Y es que, mientras la misma izquierda política y mediática que lleva más de veinticinco años cosechando derrota tras derrota en las elecciones regionales insiste en limitar el alcance de los conciertos y critica también el acceso de rentas medias y medias-altas a becas educativas, en Estados Unidos vemos una apuesta sin complejos por un modelo en el que el acceso a la formación no dependa exclusivamente de modelos de gestión pública.
Los datos avalan, en cualquier caso, el marcado giro de la sociedad madrileña hacia esquemas de libertad educativa. Y es que, como reconoció El País en un pesimista reportaje, Madrid se ha convertido en "el paraíso de la educación concertada y privada, con solo un 40% de estudiantes en centros públicos, frente al 67% del conjunto de España y el 81% en Europa".