Aunque los datos de la EPA del IITR-2022 parecen muy buenos, al analizarlos detenidamente encontramos que no lo son tanto. Es obvio que siempre es una buena noticia que se cree empleo y que disminuya el paro, pero, desgraciadamente, vemos cómo esta EPA, pese a ser la de un trimestre favorable para el empleo, por la estacionalidad, marca la continuación de la ralentización económica, que se va dejando ver en el mercado laboral.
Los ocupados aumentan en 383.300 personas intertrimestralmente en el IITR-2022, pero esta cifra se ralentiza en casi 100.000 ocupados menos en comparación con los que se creaban en ese mismo trimestre del año 2018, justo cuando Sánchez llegó al Gobierno.
Es decir, se crean 86.600 empleos menos que entonces.
Por tanto, pese al rebote del sector turístico, que viene de una menor actividad derivada de la pandemia, y al incremento estacional de ocupados por la época del año en la que nos encontramos, se ralentiza el ritmo de creación de empleo respecto a cuando llegó Sánchez.
De hecho, incluso la cifra es menor que la creación de empleo del año pasado, de forma que se crean 81.600 empleos menos, otra muestra de ralentización de la economía.
Se encuentra también por debajo de la creación de empleo que se daba cuando se inició la recuperación de la anterior crisis (2014), cuando se creaban casi 20.000 empleos más que ahora. Entonces, fue un signo de recuperación; ahora, con esta desaceleración, es un signo de estancamiento y ralentización de la economía.
En tasa interanual se crean 796.300 empleos debido al efecto estadístico al comparar con el IITR-2021, donde todavía operaban muchas restricciones derivadas de la pandemia, con lo que no es comparable. Ahora, si observamos el crecimiento porcentual, el dato interanual de ocupados se queda por detrás del dato del año pasado:
De hecho, vemos cómo, desde entonces, la creación de empleo interanual se ha ido ralentizando (con una ligera mejoría el trimestre pasado):
Aunque aumenta el empleo privado, crece menos trimestralmente que hace un año y que en el año en el que Sánchez llegó al Gobierno:
Y en términos porcentuales lo hace menos que hace un año y que el trimestre anterior, de manera que se ralentiza:
Por su parte, aunque el paro desciende intertrimestralmente en 255.300 personas, también muestra un peor comportamiento en comparación con el trimestre en el que Sánchez llegó al Gobierno (IITR-2018). Entonces, descendía el paro en el mismo trimestre en 306.000 personas, es decir, descendía en 50.700 personas más. Es una muestra más de la ralentización de la economía.
En cuanto a la actividad, aunque crece en 128.000 personas en el trimestre y sube ligeramente la tasa de actividad, crece menos que cuando Sánchez llegó al Gobierno (163.900 en IITR-2018), que el último año antes de la pandemia (210.200 en IITR-2019) y que el mismo trimestre del año pasado (354.800 en IITR-2021).
Es más, respecto a la evolución en el trimestre previo, el incremento del número de activos es dos veces y media menor. Esto muestra que empieza a verse con menos futuro el empleo en España, que hace que haya menos ánimo para querer buscar un empleo, por lo que se ralentiza el número de incremento de activos.
Esto también se ve en el ritmo de crecimiento porcentual de la tasa de actividad interanual, donde se ralentiza de manera importante:
Por tanto, crece el empleo y disminuye el paro, sí, como en casi todos los segundos trimestres, pero al compararlo con los mismos trimestres de años precedentes e incluso con trimestres previos, vemos cómo la equivocada política económica de Sánchez está ralentizando la economía y, con ello, el empleo, a pasos agigantados.