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El Gobierno, también en contra de la minería submarina que permitiría en un futuro explotar el Tropic

España se posicionó junto a los países que piden más tiempo antes de dar luz verde a la legislación sobre minería submarina.

España se posicionó junto a los países que piden más tiempo antes de dar luz verde a la legislación sobre minería submarina.
Recursos minerales submarinos | Proyecto GEOERA-Mindsea

El incremento de la demanda en los próximos años de los minerales esenciales hará que previsiblemente cada vez se hable más en el futuro de la minería submarina, la que permitiría extraer los yacimientos marinos de unos recursos que se irán necesitando cada vez en mayor medida para productos tecnológicos y también para las denominadas energías verdes.

Algunos pequeños países del Pacífico y potencias como Japón o Australia han puesto sus ojos en la extracción de estos recursos aunque la complicada tecnología que la hará posible, mediante robots capaces de extraer metales a grandes profundidades, aún está en fase de desarrollo. También está pendiente la legislación en torno a la extracción submarina: la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA) tiene prevista la elaboración en los próximos meses de la regulación de la extracción en aguas internacionales, una legislación que previsiblemente servirá de base para la regulación de cada país sobre sus propios recursos.

En medio de este debate, el pasado viernes el Gobierno español se posicionó con los países que piden más tiempo a la ISA para aprobar la legislación sobre minería submarina, hasta calibrar los efectos en el medio ambiente, en sintonía con la posición de las organizaciones ecologistas, que defienden que la extracción de recursos submarinos tendría "consecuencias devastadoras para los ecosistemas marinos". España, según difundió Greenpeace, apoyó una propuesta de Chile, secundada por países como Costa Rica y Brasil, para tratar de frenar la legislación que permitiría la concesión de los primeros permisos de explotación en 2023.

La postura de España entronca con las políticas defendidas desde el Ministerio de Transición Ecológica, que aprobó en 2021 la ley de Cambio Climático que prohibió la investigación y extracción de hidrocarburos y que también prohibía la extracción de uranio. En cuanto a la minería submarina, los ecologistas destacan que en septiembre de 2021 el Gobierno de Pedro Sánchez ya apoyó una resolución de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza a favor de una moratoria internacional. Aún más reciente es el real decreto aprobado en abril de este mismo año sobre protección ambiental del medio marino, que señalaba que "no se deben crear explotaciones minerales en los fondos marinos antes de que se hayan investigado suficientemente sus efectos, se conozcan los riesgos, y pueda demostrarse que las tecnologías y las prácticas operativas no van a producir daños graves para el medio ambiente", aplicándose en estas actividades "los principios de cautela y precaución".

España, no obstante, está entre los países que tendrán que decidir en el futuro si explotan sus propios tesoros submarinos o no, unos recursos que también están en el punto de mira de Europa, que desde 2010 están elaborando el mapa de los yacimientos del continente ricos en minerales críticos dentro del proyecto MINDeSEA para "cartografiar posibles depósitos submarinos". Aunque hay varias zonas con posibles yacimientos en territorio español, serían especialmente ricos en minerales críticos los montes submarinos en torno a las islas Canarias. Una expedición británica lanzó a la fama al monte Tropic, que albergaría, según los cálculos que publicó en su día el Centro Oceanográfico del Reino Unido, 2.670 toneladas de telurio. No es el único metal valioso que albergarían estos "gigantescos" montes submarinos de unos 140 millones de años de antigüedad, que habrían ido acumulando a lo largo de milenios costras de hierro manganeso que presentarían concentraciones interesantes de cobalto, tierras raras y otros minerales críticos.

Se da la circunstancia de que mientras el Gobierno español se posiciona en contra de la extracción submarina, sigue pendiente de la resolución en la ONU una petición hecha en 2015 para la ampliación de la plataforma continental canaria hasta las 350 millas, lo que situaría al monte Tropic, que se encuentra 50 millas más allá de la Zona Económica Exclusiva española, dentro de la jurisdicción española. Marruecos respondió con una petición en el mismo sentido mientras su parlamento aprobaba una ampliación de sus límites marinos y de su Zona Económica Exclusiva.

La petición española, liderada por el Ministerio de Asuntos Exteriores pero coordinada por el Instituto Geológico y Minero (IGME), se basó, según explica a LD el investigador en Geología Aplicada a los Recursos Marinos del IGME Francisco Javier González, "en criterios científicos" tras varias expediciones geológicas al sur y oeste de Canarias. Cuenta que el proyecto de ampliación de la plataforma continental se inició en 2010 con la recopilación de datos y muestras, se registró en el año 2014 ante la ONU y se presentó finalmente en 2015 y ahora se encuentran "a la espera" de que la Comisión de Límites les convoque (España es uno más entre la "cola de países" que están aguardando resoluciones similares). Desde su organismo, explica, presentaron evidencias geológicas que muestran que la cordillera "pertenece al mismo tipo de vulcanismo que las islas" (estos montes son también conocidos como las ‘abuelas’ de las Canarias).

En cualquier caso, el Tropic que centra este litigio no es el único volcán submarino rico en recursos: en torno a las islas y ya en territorio inequívocamente español hay otros montes de dimensiones similares menos estudiados pero que tendría características parecidas y que serían ricos en codiciados recursos para la transición energética como tierras raras, cobalto, níquel, platino y el ya mencionado telurio. En su día, se llegó a publicar que el Tropic podría albergar el mayor yacimiento del mundo.

Según cuenta González a LD, el telurio es un "metaloide" con características muy apropiadas para las energías alternativas como la fabricación de paneles fotovoltaicos, y "de ahí su importancia estratégica". Tras comprobarse cómo es mucho más efectivo que el silicio, ha pasado de ser considerado un elemento "sin gran utilidad" a convertirse "en un elemento con interés creciente". "Es muy, muy escaso en la Tierra", explicó González, que contó que en tierra firme suele aparecer como "traza", de forma "muy minoritaria", en minas de cobre. En el caso de los montes canarios, y en concreto de lo observado en el Tropic, "aparece acumulado en los minerales y óxidos de hierro manganeso" con "concentraciones bastante elevadas, de 40 o 50 gramos por tonelada". González hace hincapié, no obstante, que los estudios británicos son en realidad "estimaciones" y que falta investigar mucho más para conocer el potencial de la cordillera submarina canaria.

En cualquier caso, como publicó LD, aún falta mucho tiempo, por múltiples factores, para que estos yacimientos se exploten si es que ese momento llega algún día. La oposición ecologista, los roces con Marruecos, los largos tiempos de la minería y la necesidad de fuertes inversiones, así como el desarrollo aún incipiente de la tecnología que hará posible su extracción tiene como consecuencia que ese horizonte aún sea muy lejano.

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