Los fieles a la doctrina antropogénica del cambio climático, es decir, todos los que, expertos o no, están convencidos de que la acción humana está detrás de ese fenómeno llamado "cambio climático" y cuyas consecuencias son poco menos que un apocalipsis terrible de fenómenos extremos que terminarán con la vida en la tierra, acostumbran a justificar todo lo que sucede por el cambio climático o el calentamiento global. Que cae una histórica nevada en Madrid en enero: es el cambio climático; que se registran lluvias torrenciales: el cambio climático; que tenemos el invierno más frío en décadas: es el calentamiento global; que sufrimos el verano más caluroso de los últimos años: el cambio climático.
Desde el Gobierno se hace algo parecido. El presidente Sánchez justifica buena parte de la precaria situación que atravesamos, por las calamidades que se supone que ocaasiona el cambio climático y toda la estrategia internacional del mundo desarrollado pasa por eliminar las emisiones de Co2 a la atmósfera. Y todo pese a que no son pocos los científicos que recuerdan que el clima es un fenómeno cíclico en el que poco o nada influye la acción del hombre. Y por si fuera poco, añaden que a la humanidad tradicionalmente le ha ido mejor en los periodos cálidos que en los fríos.
Estamos acostumbrados a escuchar frases como "qué calor está haciendo este verano, es cosa del cambio climático", dicen algunos. Pues bien, existe una herramienta que nos permite dirimir si realmente las temperaturas que soportamos a diario son realmente anómalas y, sobre todo, cuánto de anómalas son.
El grupo de metorología de la Universidad de las Islas Baleares ha desarrollado una herramienta o aplicación que permite valorar con cierta objetividad y perspectiva las temperaturas de numerosas ciudades de España. Gracias a esta aplicación "hoy extremo", podemos saber prácticamente en tiempo real la temperatura de cada día en estas ciudades, si hace o no calor, si es normal esa temperatura para ese día, las probabilidades de precipitación y cuán normal ese nivel de precipitaciones para ese día.
El análisis toma en cuenta los mismos días del año de los últimos 30 años para determinar si se trata de un fenómeno extraordinario o aislado, o si la historia rebaja la alarma por altas o bajas temperaturas. Por ejemplo, si miramos la temperatura de Madrid de las últimas 24 horas de este martes 16 de agosto vemos que estamos ligeramente por debajo de la temperatura habitual para este día del comercio.