Subasta electoral. Yolanda Díaz quiere auparse políticamente y hace funciones de piquete sindical lanzando a los representantes laborales contra la Patronal y anunciando más subidas del SMI. Y la facción oficial de Podemos, con Ione Belarra a la cabeza, entra a la subasta electoral con la exigencia a su propio Gobierno de la imposición, sí o sí, de cara al próximo año de la baja por maternidad y paternidad de 6 meses. Todo en periodo de crisis económica y energética. Todo patrocinado por el entorno comunista. Y todo, por supuesto, pagado por las empresas.
Podemos lo denomina "sistema de cuidados y avances feministas". Y su plan es exigírselo a su propio Gobierno en la negociación de los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año. En los trámites para aprobar ese texto reclamarán un aumento de la protección a las familias para "consolidar el avance feminista hacia un verdadero sistema estatal de cuidados" con una "aprobación con carácter inmediato de una ley de familias que amplíe los permisos de maternidad y paternidad a 6 meses".
En estos momentos y durante 2022, la duración del permiso por nacimiento en España sigue siendo de 16 semanas. Para tener derecho a este permiso de maternidad y paternidad se tienen que cumplir dos requisitos. El primero de ellos es haber cotizado un mínimo de tiempo y estar en situación de alta o asimilada al alta en el momento del nacimiento, es decir, estar cotizando en una empresa o cobrando la prestación por desempleo en el momento del parto.
Se trata en cualquier caso de permisos individuales e intransferibles. Traducido: corresponden a cada progenitor y no se pueden ceder al cónyuge.
Las 16 semanas del permiso pueden disfrutarse de forma continuada o fraccionada por semanas hasta que el bebé cumpla su primer año. Y, se opte por el fraccionamiento que se opte, es obligatorio que ese permiso se aplique a las seis primeras semanas tras el parto.
Podemos ya ha reclamado en diversas ocasiones este periodo de seis meses. Desde el Ministerio de Derechos Sociales se ha incluido, de hecho, la propuesta en el borrador del anteproyecto de la Ley de Familias. Pero las negociaciones con el PSOE han paralizado por el momento su aplicación. El plan de Podemos es buscar una implantación gradual comenzando en 2023, e incrementando dos semanas por año, hasta alcanzar los seis meses efectivos en 2026.
Podemos argumenta que con esa reforma se podrá realizar la lactancia materna exclusiva durante los 6 meses que recomienda la Organización Mundial de la Salud. Lo que no han explicado desde las filas moradas es qué impacto tendría esta medida en las arcas públicas y las empresas. De hecho, sus roces para impulsar esta medida siempre han sido con los ministerios de Hacienda, María Jesús Montero, y Economía, Nadia Calviño.
La idea de Podemos incluye detalles como la aplicación en el caso de familias monoparentales, en las que el permiso se elevaría a un año debido a la acumulación de las dos bajas en la misma persona. Eso sí, el beneficiario de este permiso anual podría ceder seis meses a un conviviente o familiar, siempre que cotice a la Seguridad Social.
Sea como sea, la subasta electoral ha dado comienzo. Y los distintos aspirantes de la izquierda no han dudado en iniciar una macrocompra de votos con supuestas prestaciones que, en parte recaerán sobre los hombros de las empresas en plena fase de crisis, y en otra parte lo harán sobre unas finanzas públicas totalmente destrozadas por el déficit y la deuda.