El mercado financiero es basto y en demasiadas ocasiones complicado. La información que llega al consumidor es limitada y confusa, por lo que conviene llevar a cabo estudios y acceder a conceptos básicos para conocer, al menos de forma genérica, un sistema que afecta a todos los ciudadanos.
Uno de los productos más demandados y populares son los préstamos, ya que es la fórmula que se ofrece como medio para acceder a bienes o servicios cuando se carece de dinero. La oferta, en este sentido, es amplia y variada, desde los tradicionales préstamos personales o hipotecarios hasta los más recientes, que tantas ventajas están dando a los consumidores, en cuanto a rapidez y facilidad para conseguirlos.
Clasificación de los préstamos
Aunque no existe una categorización fija y estandarizada de los tipos de préstamos, sí que se pueden organizar según ciertos criterios específicos. Las clasificaciones más habituales son según el destino, el destinatario, la garantía, el tipo de prestamista, la cantidad concedida, el plazo para su devolución, los requisitos y las condiciones impuestas…
De entre todas ellas, las que llegan al público con más facilidad son las relacionadas con el plazo de vencimiento y las que tienen en consideración la finalidad del dinero concedido.
Préstamos según el tiempo de devolución
Las diferentes opciones en esta categoría son los préstamos a corto plazo (concedidos por un plazo máximo de un año), los préstamos a medio plazo (cuyo plazo de devolución es de entre uno y tres años) y los préstamos a largo plazo (cuando el plazo para amortizarlos sobrepasa los tres años).
Préstamos según el destino del dinero
Sin embargo, es la finalidad del dinero la que se utiliza para categorizar los préstamos, según las condiciones y características de los mismos.
1. Los préstamos al consumo
Este dinero deberá ir destinado a la financiación de bienes de consumo duraderos, como pueden ser los electrodomésticos, una obra de reforma, un vehículo, mobiliario… Su característica principal es la poca cantidad de dinero y el corto periodo de plazo para su devolución.
2. Préstamos personales
Los préstamos personales son utilizados para cubrir las necesidades concretas de las personas y/o familias en un momento determinado. También suelen ser cantidades pequeñas y con plazos de devolución mínimos. Se utilizan para sufragar los gastos de una boda, una reparación, un viaje, entre otros.
3. Préstamos hipotecarios
El destino de esta concesión será, como norma general, la compra de un inmueble. El banco prestará el dinero según una garantía real, que en este caso será la hipoteca de un bien inmueble, ya sea una vivienda, un local comercial, un solar, una plaza de garaje, entre otros. Sus periodos de devolución son a medio o a largo plazo, entre 15 y 30 años. Dentro de esta categoría existen otras subcategorías dependiendo del tipo de cuota (mensual o anual), interés (fijo, variable o mixto) o la moneda (divisas o dinero normal).
4. Préstamos a empresas
Una de las fórmulas más recurrentes son los préstamos a las empresas, que les permiten, por ejemplo, obtener financiación con la que modernizar sus equipos informáticos, ampliar su flota, o establecer una nueva sucursal en otra ciudad. Tradicionalmente, eran los bancos comerciales los que se dedicaban a ofrecer estos préstamos, sin embargo, hoy en día, existen multitud de opciones y alternativas adaptadas a las necesidades de cada proyecto empresarial. El Crowdfunding, el crowdlending, la emisión de acciones, los bonos, el arrendamiento financiero, entre muchas otras opciones.
En este tipo de préstamos cobra más importancia el periodo de tiempo elegido para su devolución. Los enmarcados dentro del corto plazo se enfocan en aquellas organizaciones que requieren el dinero para campañas de producción, con flujos monetarios de entrada y salida que no están relacionados con problemas de liquidez, sino de estacionalidad, e incluso para aquellas que vayan a llevar a cabo una inversión con una amortización rápida. Las de medio y largo plazo, por su parte, están destinados a las de nueva creación, usando el capital otorgado para la compra de instalaciones, infraestructuras, equipos y activos inmateriales.
5. Préstamos a estudiantes
Poco a poco va llegando e instalándose este producto bancario en la sociedad actual. Una fórmula importada de los Estados Unidos y Gran Bretaña dirigida a la financiación de matrículas universitarias, másteres y estudios de posgrado. Con ellos, los estudiantes podrán terminar su formación con unos intereses por debajo de los créditos personales
6. Préstamos de las Fintech
Por último, merece incluirse en este listado un novedoso sistema de financiación nacido de la necesidad de reinventarse por la que pasa la industria bancaria con la llegada de las nuevas tecnologías. Las empresas fintech usan los medios digitales y tecnológicos para ofrecer, de manera más ventajosa, créditos y préstamos a sus clientes. Los beneficios que permiten son, entre otros, la simplificación de los procesos al eliminar intermediarios, logrando una mayor eficiencia a nivel de costes. Así mismo, están volviendo más accesibles los productos financieros, no solo los relacionados con la obtención de dinero, sino también, mejorando la transparencia y ofreciendo todo tipo de soluciones financieras con el uso de las tecnologías.