Madrid siempre ha sido el blanco de las críticas del Gobierno de Pedro Sánchez por su política fiscal. De hecho, el Ministerio de Hacienda, con María Jesús Montero a la cabeza, emprendió una cruzada contra el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso y plantea una armonización fiscal para frenar los bajos tipos de esta autonomía.
Pero ahora, tras el anuncio de Juanma Moreno de seguir la senda de la Comunidad de Madrid llevando a cabo nuevas rebajas fiscales, la ira del Ejecutivo central se ha desatado: el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha asegurado que le parece "un despropósito que las comunidades se dediquen a competir fiscalmente unas con otras" y ha abogado por centralizar los impuestos.
"Hoy me veo en la obligación de criticar lo que ha dicho el ministro, que ha amenazado los impuestos de todos los madrileños, como lo ha hecho Podemos, por cierto, que ayer decía que los jueces eran un peligro público…, los mismos también que están amenazando la fiscalidad de la Comunidad de Madrid", replicó la presidenta madrileña.
Ayuso lanzó un aviso claro: "Voy a ser la peor pesadilla de las personas que intenten subir los impuestos en la Comunidad de Madrid". Según la jefa del Ejecutivo regional, "no se entiende que con lo que se está viviendo, comunidades autónomas que somos motor de creación de empleo, motor económico para España se nos niegue esa libertad y esa prosperidad y se intenten cerrar mientras no actúan de la misma manera en nada en otras regiones donde ni se cumple la ley ni el Estado de derecho".
Sabe que, en este sentido, cuenta con el total respaldo del presidente de su partido. Alberto Núñez Feijóo, que este mismo martes elogió las medidas de Juanma Moreno, recordó que los barones del PP tienen autonomía a la hora de bajar impuestos, algo que va en la línea de su programa electoral.
No obstante, desde la izquierda se quiere poner el foco en supuestas desavenencias entre la lideresa madrileña y el jefe de la oposición. Así, se volvió a preguntar a la presidenta por su opinión acerca de la propuesta de la UE de gravar los beneficios extraordinarios de las empresas energéticas en vez de lo que pretendía Sánchez, que era un impuesto sobre la cifra de negocio (es decir, sin tener en cuenta si realmente la compañía ha obtenido beneficios extraordinarios).
Por "todos es sabido que yo estoy en contra de las subidas de los impuestos, de las trabas y que estas decisiones que se están tomando en la UE vienen porque no se han tomado otras decisiones anteriores que podrían haber evitado una situación como ésta", contestó Ayuso.