Pese a los esfuerzos del gobierno de Pedro Sánchez en resaltar los menores precios de la electricidad que España paga en los mercados mayoristas frente a las potencias de nuestro entorno, lo cierto es que los consumidores están experimentado una subida en los precios finales de la luz mucho más acusada que nuestros vecinos. Eurostat certifica que la luz ha subido en España casi el doble que en la Eurozona
Así lo ha puesto de manifiesto Eurostat, en su última actualización sobre los niveles de inflación en los distintos países europeos, correspondiente al mes de agosto.
La agencia estadística de la UE certifica que los precios de la electricidad en España aumentaron un 60,6% de agosto de 2021 al mismo mes de 2022. Una cifra que contrasta con el alza del 35,6% experimentada, de media, en los países de la Eurozona.
Además, España sufre una inflación sobre la electricidad mucho más acusada que las principales economías vecinas. Así, frente al 60,6% de España, los consumidores franceses apenas pagaron un 7,7% más por la luz, mientras que los alemanes abonaron facturas un 16,6% más elevadas y los portugueses un 32,1% más.
De esta forma, nuestro país se encuentra como la séptima economía de la UE en la que la luz se encareció más durante el último año. Estonia fue el país que experimentó una mayor inflación sobre la electricidad, que ya vale el triple que hace un año, mientras que en Países Bajos, Italia o Letonia ya vale más del doble. Por su parte, en Lituania y Chipre la factura se encareció en algo más del 60%.
Uno de los motivos del mayor alza de la luz en España es el hecho de que una gran parte de los consumidores tienen tarifas que fluctúan bruscamente en función de los precios de la energía en los mercados mayoristas. Mientras, en otros países de nuestro entorno los ciudadanos optan más por contratos a largo plazo con sus compañías, asegurándose menores variaciones.
En este sentido, Bruselas obligó recientemente a España a reformar la tarifa regulada de la electricidad como condición de aprobar el "tope al gas". Esta tarifa, ideada para proteger a los ciudadanos más vulnerables, ha acabado perjudicándoles al exponerles a los vaivenes de los mercados eléctricos.
