Si únicamente nos hubiéramos acercado a la realidad del recibo de la luz o del gas por las declaraciones de la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, diríamos que disfrutamos de una tarifa contenida, que la ministra había logrado frenar ya tras el verano de 2021, cuando la inflación empezaba a preocupar por dispararse un 5%, y que gracias a ella disfrutamos de la factura de la luz más baja de Europa.
Sin embargo, la cruda realidad desmiente a la ministra. Tanto que hasta la contabilidad del Congreso de los Diputados deja en evidencia a Teresa Ribera. Desde el Gobierno, Transición Ecológica sigue insistiendo en que franceses y alemanes pagan la luz el doble de cara que la española. Y, según los cálculos del Gobierno (que se empeña en dar los datos de los precios de la luz excluyendo del discurso la partida "compensación del tope del gas" que se paga en la factura y que en muchos casos supera el 25% del coste total), estamos pagando un 20% o un 30% menos que si no existiera la "excepción ibérica".
En cualquier caso, según calcula el Gobierno, desde que se aprobó la excepción ibérica, el precio de la factura se ha congelado, y envía sus cálculos a los medios de comunicación para demostrar la efectividad de sus medidas:
Pero es que la realidad es tozuda, y para muestra un botón: La evolución de la partida de los presupuestos del Congreso dedicada a pagar la factura eléctrica. Es curioso que, después de que entrara en vigor la famosa excepción ibérica para poner un límite al precio del gas en los mercados mayoristas, el precio de la luz ha seguido subiendo con fuerza. Tanto que Ribera salió a la palestra para decir que sería a partir del mes de julio cuando empezaríamos a notar más intensamente las bondades de su medida. Pues ha querido la casualidad que en ese mes de julio es cuando el Congreso de los Diputados aprobó una partida extra para pagar la factura de la luz.
En concreto, la cámara baja, que arrancó el año con un presupuesto ligeramente superior al que tenía en 2020, 1,75 millones de euros para consumo de luz, en julio tuvo que aprobar una partida extraordinaria a cargo de los remanentes de la cámara de 3,72 millones de euros. Así, el Congreso estima que este año gastará 5,47 millones de euros en lugar de 1,75 en luz. Esto significa que sólo este año, el incremento de precio ha sido del 212%.
Y eso que el Congreso se ha aplicado las medidas de ahorro energético que aprobó el Gobierno en agosto y, tal y como nos cuentan algunos compañeros que allí desarrollan su actividad "¡estamos a 27 grados, esto no hay quien lo aguante!", decían.
Así, las dependencias que acogen la soberanía nacional han pasado de gastar 1,5 millones en luz en 2020 a 1,75 millones en 2021 a 5,47 millones en 2022, según tienen estimado. Además, las previsiones para el año que viene es que aumente el gasto en factura de la luz un 294%. Por este motivo ya ha incrementado también la partida presupuestaria correspondiente.
Esto significa que el año que viene pasará a pagar 6,9 millones de euros en factura de la luz.
Pero es que el congreso no sólo ha subido la temperatura del aire acondicionado, sino que puso en marcha un plan de eficiencia energética en la que ha aprovechado más la iluminación natural, han sustituido los fluorescentes y halógenos por led y han apagado las luces en los espacios que no están en uso.