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Sánchez se inventa un examen económico-social a su medida en los Presupuestos y también lo suspende

El Gobierno presenta sus nuevos indicadores para "contextualizar" las cifras económicas y resulta que también suspende.

El Gobierno presenta sus nuevos indicadores para "contextualizar" las cifras económicas y resulta que también suspende.
Cordon Press

Pedro Sánchez ha presentado los Presupuestos con más gasto de la historia de España. La crítica de la oposición por el derroche y el descontrol en un momento de dura crisis no ha tardado en llegar. Pero el presidente guardaba un as en la manga. O, al menos, eso pensaba él: una batería de supuestos indicadores económicos que avalaban su gestión y sus nuevos Presupuestos desde una perspectiva "progresista". Lo cierto es que ha presentado un nuevo barómetro, mitad económico, mitad social. Pero, hasta en ese examen amañado por el propio examinado resulta que Sánchez también suspende. De cinco indicadores preseleccionados, en cuatro no hay mejora en España desde que llegó a la Presidencia. Y en el único en el que supuestamente hay mejora, resulta que es por el encarecimiento brutal del gas.

Hace mucho tiempo que el PSOE hablaba de que no le gustaban los indicadores económicos que toda la vida han detectado las crisis y evaluado la correcta o desastrosa gestión de un Gobierno. Dicho y hecho: junto con los nuevos Presupuestos, el Ejecutivo de Sánchez ha presentado una batería de indicadores que "contextualizan", como dicen en las filas socialistas, el supuesto "materialismo" de indicadores como el PIB, el IPC, la EPA, etc. Indicadores, por cierto, que todos ellos, salen mal para Sánchez. Los nuevos indicadores son el de "transición ecológica", el de "transformación digital", el de "igualdad de género" y el de "cohesión social".

Todos ellos debían explicar uno previo, el del PIB, que señala en esa misma documentación que, cuando finalice Sánchez su mandato, España no habrá aumentado ni un euro su riqueza medida en PIB desde 2019. Primer mazazo a la campaña de imagen del presidente.

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Pues bien. El indicador de transición ecológica sí recoge un avance desde el inicio del Gobierno socialista comunista de Sánchez en 2019: 46,7% de generación de electricidad renovable en 2021 frente al 37,6% de 2018. Pero, claro, falta por explicar ahí que el gas ha disparado su precio, que lo estamos pagando con sufrimiento, y que, por eso, se ha disparado también en parte el recurso a otras energías. Y, como en España, se ha combatido la nuclear, no había muchas más opciones. Todo ello, contando con que el origen de la energía pueda ser considerado como una mejora. Y a partir de ahí, fin de las alegrías para Sánchez.

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El tercero de los indicadores, el de transformación digital muestra un nivel del 38% en "habilidades digitales avanzadas", pero no muestra ninguna cifra previa con la que compararla. Curiosa manera de analizar el avance. El cuarto, el de igualdad de género, marca un porcentaje de "mujeres directivas" del 33%. Y es el mismo que había en 2019. Y el quinto, el de cohesión social, admite que hay 1,13 millones de hogares con todos sus miembros en paro, más que los 1,02 millones de 2019 y hasta que los 1,12 millones de 2018.

Todo un éxito. Y eso que los indicadores estaban seleccionados por el equipo de Pedro Sánchez. Lo mejor es que, con ese aval, el Gobierno de coalición ha presentado sus Presupuestos para 2023. Y las cuentas, eso sí, lanzan "el mayor gasto social de la historia". En un año electoral, con municipales, autonómicas y generales, y con un más que marcado carácter populista.

Los sueldos para los empleados públicos subirán un 2,50% para 2023 y un 2% en 2024. Se revalorizarán las pensiones con respecto al IPC, a pesar de la inflación, lo que según estima el Ministerio de Hacienda supondrá un incremento que rondará el 8,5%, aunque la cifra se concretará con la inflación de noviembre. Además, se mantendrá como "estructural", durante todo el año, la gratuidad del abono en Cercanías y Media Distancia. También habrá 500 millones para infraestructuras de atención primaria y salud mental. Se subirá el gasto en Defensa desde 9.763 millones en 2022 a 12.306 millones. Se incluirá la llamada "renta crianza" dentro de una ley de familias del Ministerio de Derechos Sociales: 100 euros al mes para las madres con hijos de hasta 3 años. El IPREM, el índice para conceder ayudas y subvenciones, subirá a 600 euros y habrá otros 600 millones de euros en un Plan de Choque en Dependencia. Y algunos ministerios de Unidas Podemos, como Igualdad, verán cómo su Presupuesto se dispara un 14%. Todo cabe, aunque ni sus indicadores sociales lo avalen.

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