Apple, la empresa más grande del mundo por capitalización, por detrás de la petrolera árabe Saudí Aramco, ya sufre en sus propias carnes la más que posible recesión que está por llegar a finales de este año y comienzos de 2023. Y es que, la compañía con sede en Cupertino ha decidido frenar la producción de su último modelo de iPhone, el 14, ante la pobre demanda en el mercado.
Concretamente, la firma creada por Steve Jobs ha pedido a sus proveedores que no hagan esfuerzos para crear esos 6 millones de teléfonos extra, que estaban pensando en sacar al mercado a finales de año, cuando la demanda aumenta con motivo del Black Friday y la Navidad. Esto supone que Apple no cumpla con las expectativas de crear 96 millones de terminales móviles y se quede en las 90, las mismas que el año anterior para el iPhone 13. Algo preocupante ya que la tecnológica siempre ha tendido a aumentar su producción año tras año por el aumento de la demanda de los consumidores.
Es más, antes del lanzamiento del iPhone 14, Apple esperaba un aumento del 7% en los pedidos con respecto a 2021 y el modelo 13, pero han tenido que dar marcha atrás. Los pronósticos no se han cumplido y han tenido que mantener la misma producción que el año anterior para su anterior modelo.
Uno de los grandes causantes de esta reducción en la demanda y de que no se cumplan con los pronósticos con los que la firma estadounidense trabaja es China. Y es que, el Gigante Asiático se encuentra en una complicada situación económica, con una ralentización fuerte del crecimiento y con el desempleo juvenil por encima de las dos cifras, algo inusual. De hecho, la demanda del iPhone 14 con respecto al 13 en el país oriental ha caído un 11% en tan solo un año.
Tras la noticia, la empresa perdió 84.000 millones de dólares en bolsa (84.937 millones de euros). Ahora, los inversores reducirán sus expectativas de crecimiento para Apple, que es probable que reduzca las previsiones en su próxima presentación de resultados programada para este mes de octubre.
