Continúa la conflictividad social en la Francia de Emmanuel Macron. En medio de las huelgas de refinerías que están afectando al suministro de las gasolineras francesas y el paro convocado para los trenes, los sindicatos franceses han elevado el tono y han anunciado el próximo martes 18 una "gran movilización interprofesional" en defensa del derecho a huelga.
Los convocantes han evitado pronunciar el término "huelga general", aunque han asegurado que será una jornada que "marcará un antes y un después". Entre los sindicatos promotores de esta movilización en la que convocan a los asalariados de todos los sectores, figuran la CGT a Force Ouvrière, Solidaires y FSU.
Estas organizaciones protestan por la actitud del Gobierno galo durante el paro de las refinerías, ya que condenan que Macron haya obligado a los empleados a acudir a su puesto de trabajo para evitar la escasez de combustible.
Y es que el Gobierno ha comenzado a exigir a algunos de los trabajadores que retornen al trabajo, incluyendo una planta de ExxonMobil el miércoles y otra de TotalEnergies al Norte del país este jueves, lo que permitió la salida de los primeros camiones cisterna cargados de combustible y protegidos por la Policía.
La oficina de la primera ministra Elisabeth Borne defendió que tales medidas de emergencia estaban justificadas debido a una "amenaza económica real", aunque los sindicatos han criticado la actuación.
Aun así, cuatro de las siete refinerías francesas siguen cumpliendo la huelga impulsada por la CGT para exigir un incremento salarial del 10%: un 7 % para compensar el efecto de la inflación y un 3% adicional para la redistribución de los beneficios.
Según datos del Gobierno francés, el porcentaje de gasolineras desabastecidas por culpa de la huelga iniciada el 27 de septiembre sigue elevado, aunque ha disminuido levemente, hasta el 29,1 %. En las regiones más afectadas también ha bajado la incidencia. Así ha sucedido en la región parisina (38,8 %) y los Altos de Francia (31,7 %). En la región Centro-Valle-del Loira, el 41,2 % de las gasolineras estaban afectadas.
Esta escasez de combustible ha provocado que las colas en las gasolineras aprovisionadas lleguen incluso a más de una hora de espera, generando un importante descontento y caos en el día de miles de familias y empresas.
Aprovechando este clima de malestar, la izquierda radical de Francia Insumisa echará más leña al fuego organizando el domingo una manifestación en París para exigir medidas al Gobierno contra la pérdida de poder adquisitivo por la inflación.
Un acuerdo que no llega
La compañía energética TotalEnergies aceptó reunirse este jueves con los sindicatos representantes de los trabajadores de sus refinerías para negociar las posibles subidas salariales, después de que los salarios de los trabajadores de Total en Francia se congelasen en 2021.
En las negociaciones, los sindicatos CFDT y CFE-CGC, que representan a la mayoría de los trabajadores, llegaron a un acuerdo con la empresa que, de ser aprobado finalmente, significaría un aumento salarial del 7% y el pago de una bonificación. Sin embargo, CGT de Francia abandonó las negociaciones, reduciendo las expectativas de un próximo final del conflicto laboral.
A la salida de las negociaciones de este jueves, Alexis Antonioli, el representante de la CGT, que reclama una subida del 10%, declaraba que las ofertas planteadas "son claramente insuficientes". "Hemos visto una mascarada", afirmó.
Por contra, el representante del sindicato CFE-CGC, Dominique Conver, calificó los términos de la oferta de TotalEnergies como "bastante favorables", mientras que el coordinador del sindicato CFDT, Geoffrey Caillon, se mostró "a favor de las medidas que están sobre la mesa", según informa France 24.