El comercio exterior se ha convertido en la vía para que pequeñas empresas en entornos rurales hayan encontrado el modo de crecer y dar impulso a su lugar de origen, convirtiéndolo en un entorno de trabajo y de futuro atractivo. Un ejemplo es Aires de Jaén, una empresa familiar exportadora de aceite de oliva que tiene su centro en la región que la vio nacer, pero que ha logrado expandirse llevando un producto español de extraordinaria calidad más allá de nuestras fronteras.
La compañía de Jaén tiene su origen en 1965 con la compra de la Finca Badenes, dedicada a los frutales y que Matías López López pronto empezó a convertir en olivos. En 1995, su hijo, Miguel Ángel López Barea, expandió el negocio con la adquisición de más terrenos y la modernización de su explotación con la tecnología más vanguardista del momento. Diez años después, sus hijos, Matías, Rosa, Carmen y Esther han conseguido dar un nuevo impulso al proyecto y crear en 2010 Aires de Jaén tal y como la conocemos en la actualidad, una empresa dedicada a la comercialización y exportación de aceite de oliva virgen extra.
Esta empresa familiar ha conseguido a partir de unos humildes orígenes tener presencia en más de 50 países. Comercializa 9 millones de litros de aceite al año y de ellos se exportan más de cuatro. Situada entre dos pueblos, Jabalquinto, de 2.000 habitantes, y Mengíbar, de 10.000, cuenta con 32 trabajadores.
A lo largo de estos años, Aires de Jaén ha conseguido hacer del entorno rural en el que desarrolla su actividad algo atractivo, a la vez que posicionaba su producto en decenas de nuevos mercados. En este sentido, Rosa López, directora general de la compañía, reconoce que en el universo del aceite es más fácil hacerse un hueco en exportación que en un mercado nacional "porque todavía hay mucho camino por recorrer y mucha cultura que difundir respecto al aceite de oliva virgen extra fuera de nuestra frontera".
Sobre la impronta de la empresa en el entorno rural, su hermano Matías, con quien comparte cargo, está convencido de que la vida en el campo ofrece muchos beneficios: "es una manera de vivir que permite la conciliación, disfrutar de la naturaleza… Si todos apostamos por él, es sin duda una opción ganadora".
Una opción por la que ha optado su sobrino, José Manuel. Con 29 años, ha vuelto a su pueblo para trabajar en la empresa tras formarse en Madrid: "Siempre tuve claro que quería volver a casa. Tengo muchos amigos que han apostado por el entorno rural y a un joven que tiene la oportunidad de hacerlo le diría que, si puede permitírselo, se forme y vuelva aquí".
En todo este camino, Aires de Jaén ha contado con Banco Santander como compañero de viaje, "como un partner indispensable para llevar nuestros productos a medio mundo", explica Rosa López. La entidad tiene en marcha varias iniciativas para apoyar el sector agroalimentario. Un ejemplo es el Fondo Agro Smart, de reciente creación, que está dotado con 500 millones de euros y que se ha convertido en una nueva vía de financiación para empresas que quieren ampliar sus inversiones, digitalizarse, crear empleo o transformar sus fincas. Además, la entidad tiene otros productos como Anticipos Cosecha, el Préstamo I+D+i agro o los préstamos a largo plazo para dedicarse a cultivos más rentables y sostenibles.
En la primera mitad de 2022, Banco Santander apoyó al sector agro con más de 3.200 millones de euros destinados a lo más de 415.000 clientes agricultores y ganaderos con los que cuenta en España.
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