Se acabó aquello del merecido descanso. "Envejecimiento activo rural". Ese es el término que se acaba de inventar el PSOE para poner a trabajar a los ancianos en los pueblos. Se trata de la última ocurrencia del partido de Pedro Sánchez para ocupar a personas jubiladas y hacer como que el Gobierno presta un servicio público a la población rural. Eso sí, por lo que avanza el documento, del posible sueldo público ni se habla.
El documento de los socialistas señala que "el medio rural en España ha experimentado, en los últimos años, un fenómeno dual. Por una parte, se ha producido un envejecimiento de la población y por otra, un avance de la despoblación". Y, para el partido de Pedro Sánchez, "estos dos factores limitan y reducen las posibilidades de los territorios para desarrollar su capacidad de atraer población con respecto a las grandes urbes".
Los socialistas barajan datos que "avalan esta tendencia, que se ha visto agravada por la situación sanitaria y la crisis económica que ha llevado aparejada. Según el Instituto Nacional de Estadística, el número de nacimientos se redujo un 4,2% en el primer semestre de 2020 con respecto al año anterior. Los municipios sufren el aumento de su tasa de mortalidad y el descenso de la de natalidad, y pierden población, sobre todo jóvenes y mujeres".
¿Y qué solución se le ha ocurrido al partido en el Gobierno? Pues "políticas sociales que refuercen los servicios públicos". Estaba claro. Porque, además, "las necesidades específicas del envejecimiento rural precisan de actuaciones y programas específicos que contribuyan a alcanzar el objetivo de equidad en el acceso a los recursos". Y, sin saber muy bien qué tiene que ver el servicio público con poner a trabajar a los mayores —personas privadas por definición—, el PSOE propone su novedosa fórmula del "envejecimiento activo" y "la generación de programas innovadores que no traten de replicar modelos que, si bien pueden ser muy adecuados en un contexto urbano, resultan inapropiados en el medio rural".
Hacer trabajar a los mayores
¿En qué consiste? Pues en hacer trabajar a los mayores: "Desde este diagnóstico trabaja el Gobierno de España, tal y como se refleja en su Agenda del Cambio hacia una economía inclusiva y sostenible, así como en las directrices generales de la Estrategia Nacional frente al reto demográfico, aprobadas en 2019" porque "existen numerosas iniciativas que dinamizan socialmente a las personas mayores como motor de desarrollo socioeconómico en los territorios rurales y que impulsan la transmisión de sus conocimientos y experiencia en todos los ámbitos".
Los socialistas avanzan en esta idea dentro de su documento y señalan sin matices que debe realizarse "un estudio sobre las medidas necesarias para fomentar, en el medio rural, un envejecimiento activo y saludable". Uno que sirviera, por ejemplo, para impulsar "la creación de empresas asentadas en los municipios poco poblados", a las que los ancianos podrían asesorar. Pero del sueldo público por esa labor no se cuenta nada.