La transición hacia un modelo de producción y consumo más sostenible avanza a gran velocidad. Cada vez son más las alternativas que apuestan por materias primas naturales, reciclables, y biodegradables en sustitución de aquellos procedentes de fibras sintéticas. El plástico deja paso a recipientes, envases o utensilios elaborados con otros materiales, como la madera o la celulosa.
Así, a medida la conciencia ambiental de nuestra sociedad ha ido creciendo, la sostenibilidad ha pasado a primer plano para convertirse en una necesidad y un estímulo en la búsqueda de economía más verde y limpia. Una bioeconomía, basada en el aprovechamiento responsable de los recursos naturales de origen biológico, la transformación de los desechos en nuevos recursos, y el impulso de la economía circular en el suministro de nuevos bioproductos y bioenergía a la sociedad. Una apuesta de presente y de futuro para garantizar el equilibrio en los valores medioambientales.
Con todo ello, la bioeconomía circular será referencia en un futuro cada vez más cercano. Es en esta línea en la que la experiencia y el know how de compañías como Ence otorgan un valor diferencial a su actividad. Ence, como empresa líder en Europa en la producción de celulosa de eucalipto y referente en energía renovable, desarrolla su actividad plenamente alineada con el desarrollo rural y con la transición ecológica hacia un modelo económico más verde y digital, contribuyendo al modelo de la bioeconomía circular.
El eje de la compañía es la sostenibilidad, apoyado en el aprovechamiento responsable de la madera y la biomasa de su entorno, actuando como factor transversal en todos los procesos que van desde el monte (a través de una gestión forestal sostenible) hasta el producto final, ya sea energía verde o celulosa.
A través del suministro de celulosa, Ence proporciona una materia prima de origen natural, renovable, biodegradable y reciclable, que en multitud de casos sustituye a otros materiales como el plástico y sus derivados. Además, sus biofábricas de celulosa de Pontevedra y Navia (Asturias) son autosuficientes energéticamente, en una clara apuesta por la energía renovable, al aprovechar el calor excedentario del proceso y valorizar energéticamente la lignina, material natural presente en la madera.
A partir de la constante evolución y mejora, la compañía es capaz de suministrar a la sociedad bioproductos reciclables, biodegradables y compostables que reemplazan en muchas aplicaciones a otros de origen plástico. La celulosa se erige de esta manera como uno de los materiales del futuro, por su versatilidad y sostenibilidad.
En esa línea se ha desarrollado la plataforma de productos Ence Advanced, desde la que Ence suministra productos como Naturcell, una pasta de papel no blanqueada desarrollada en base a los criterios altamente exigentes e innovadores en materia de sostenibilidad. Como sus características principales se encuentran una menor huella de carbono, un mejor aprovechamiento de la energía y la reducción del consumo de agua en su producción.
Con el propósito de continuar impulsando la bioeconomía, Ence proyecta sus inversiones siguiendo las mismas líneas presentes en su modelo actual. Así, para la biofábrica de Navia se avanza en el plan denominado "Navia Excelente". Se compone de tres líneas de inversión, que permitirán consolidar la diversificación de la producción hacia productos diferenciados de celulosa, avanzar en su descarbonización mediante un uso eficiente y novedoso de la lignina, y posibilitar la producción de celulosa para productos absorbentes. Este último proyecto permitirá suministrar desde Navia, y con una menor huella ambiental, un producto que actualmente es importado desde el continente americano.
Del mismo modo, el compromiso con el planeta está muy presente en el proyecto que Ence estudia desarrollar en As Pontes (A Coruña), dentro de un espacio procedente de una antigua central térmica alimentada con carbón. Allí, la compañía valora la instalación de una bioplanta de fibra reciclada y biomateriales, completamente alineada con la bioeconomía circular y a la vanguardia internacional, que permitiría contribuir al reciclado de papel y al uso de estas fibras en nuevas aplicaciones papeleras.