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Sánchez emula a Lenin con la agricultura: quiere forzar una sustitución de cultivos para plantar especies antiCO2

El PSOE se permite el lujo de plantear que los agricultores tienen el deber de capturar el CO2 de la atmósfera.

El PSOE se permite el lujo de plantear que los agricultores tienen el deber de capturar el CO2 de la atmósfera.
Europa Press

Pedro Sánchez trabaja sobre un peligroso cambio en la agricultura. Un cambio que puede dar al traste con décadas de medido y estudiado desarrollo de los cultivos en España teniendo en cuenta el terreno, clima, plagas, agua, necesidades de la población, precios, mercado y demás factores que conocen los agricultores. El PSOE impulsa en estos momentos un estudio para rediseñar por completo y desde los despachos políticos los cultivos españoles con el fin de sustituirlos parcial y paulatinamente por otros que ayuden a la absorción de las emisiones de CO2. Ha llegado el dirigismo absoluto al campo.

Pedro Sánchez no ha llegado al control y confiscación de la distribución del grano impuesta por Lenin en 1918, pero sí camina hacia el control del cultivo. Lenin impuso su Prodazvertstka —la confiscación del trigo producido por los campesinos rusos, con especial inquina contra los Kulaks—. Y Sánchez lo hace hacia su deseo de decir a cada agricultor qué tiene que plantar en sus tierras para combatir el cambio climático. No para que haya alimentos.

El reto del cambio climático

El avance de este plan cuenta ya con un documento escrito del PSOE. Allí se señala que "el cambio climático es uno de los retos a los que se enfrenta la humanidad en el siglo XXI", que la "contaminación atmosférica debida a la quema de combustibles fósiles está generando importantes problemas de salud" y que "la contaminación del aire es una de las principales causas de muertes en este planeta".

A partir de esos argumentos comunes en infinidad de planteamientos actuales del PSOE, los socialistas aseguran que "el principal culpable de ello es la quema de combustibles fósiles, especialmente la quema de carbón, siendo la consecuencia principal la emisión gases de efecto invernadero" y que "la agricultura y la silvicultura son elementos fundamentales para lograr nuestros objetivos climáticos al ser potencialmente secuestradores de carbono".

Gases de efecto invernadero

El PSOE prosigue y señala que "de todos los gases de efecto invernadero, el CO2 por su efecto sobre las condiciones climáticas y por persistir largos períodos de tiempo, tiene especial relevancia".

Los socialistas señalan que "la acumulación de CO2 en la atmósfera se ha acelerado en los últimos años debido a las emisiones provocadas por actividades humanas, como la combustión de hidrocarburos", un dato que es radicalmente falso en España. Nuestro país emitió en 2021 un total de 231.914 Mt totales de CO2, cuando en el año 2000 emitía 314.320 Mt.

Pero al PSOE le da lo mismo y continua: "Los suelos agrícolas están entre los mayores sumideros de carbono del planeta y tienen potencial para expandir el secuestro de carbono y de esta manera mitigar la creciente concentración atmosférica de CO2". El partido de Sánchez señala que "el secuestro de carbono en las tierras agrícolas y forestales puede ofrecer posibilidades de estrategias atractivas para mitigar el incremento en la atmósfera de las concentraciones de gases de efecto invernadero" y que las "plantas de nuestros suelos tienen la capacidad de captar el CO2 atmosférico y producir oxígeno, reduciendo así las concentraciones de CO2 en la atmósfera".

Captación de CO2 por los ecosistemas vegetales

Y por eso, se permite el lujo de plantear que los agricultores tienen el deber de capturar ese CO2: "La captación de CO2 por los ecosistemas vegetales terrestres constituye un componente importante en el balance global de Carbono (C)".

Y, por todo ello, el PSOE ha reclamado ya al Gobierno "seguir promoviendo políticas de apoyo en el medio rural, con el fin de que se reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero y se incremente la capacidad que tiene el sector como sumidero de carbono, para lo que se fomentarán los cultivos vegetales y técnicas de cultivo, que contribuyen a mitigar el cambio climático, favoreciendo el empleo de especies y variedades que absorban emisiones e impulsado un uso sostenible de la fertilización, con el objetivo de una menor emisión de gases de efecto invernadero, al mismo tiempo que una mejora en la rentabilidad de las explotaciones agrícolas".

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