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2022 ha sido un año nefasto para la economía, la inversión y el empleo, por mucho que Sánchez se empeñe en hablar de recuperación.

El balance económico de 2022 que no hará Pedro Sánchez

2022 ha sido un año nefasto para la economía, la inversión y el empleo, por mucho que Sánchez se empeñe en hablar de recuperación.

Dice Pedro Sánchez que la recuperación económica es vigorosa. En su balance del año de este pasado martes en Moncloa, destacaba que España crece más que nadie, tiene la inflación más baja de Europa y creamos más empleo que ninguno de nuestros pares continentales. Sin embargo, la realidad dista mucho del triunfalismo del presidente.

Si decidimos hacer un balance más realista de la situación que vivíamos los ciudadanos y contribuyentes españoles a principios de 2022 y el que vivimos ahora que terminamos este año puede resumirse en que somos todos más pobres. Como mínimo, un 8% más pobres por la media anual de la inflación.

Como balance de este año podemos contar que la cesta de la compra se ha encarecido de media un 15,5%, en muchos productos, incluso el 100%. Llenar el depósito del coche también nos cuesta un 24% más que a principios de año.

En cuanto a las magnitudes macroeconómicas, seguimos con un PIB por debajo del que teníamos en 2019, antes del impacto de la pandemia del coronavirus. Un nivel que han superado ya todos los países de la Unión Europea. Los rebotes de 2021 y el ligerísimo avance de 2022 no han sido suficientes para sobrepasar los niveles previos al impacto de la pandemia.

Otro de los datos que preocupa en este balance es que se han ido a concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos) y que este 2022 ha crecido un 20% respecto al 2021.

El desempeño del mercado laboral da signos de agotamiento. Ni siquiera los cambios establecidos por Yolanda Díaz que ocultan a los parados deja lugar a dudas: En julio por primera vez en la historia de nuestro país, un mes de julio se registraba destrucción neta de empleo. Si nos fijamos en la EPA, el frenazo en la creación de empleo a final del año es evidente. Además, aproximadamente 2 tercios del empleo creado en España, es empleo público.

En otras cosas, en cambio hemos sido campeones, por ejemplo, tenemos una de las cuñas fiscales más altas de toda la zona Euro, con un 40% de media de los recursos generados por cada contribuyente. Pagamos más IRPF por la no deflactación de la tarifa. Y tenemos el Gobierno más derrochador de nuestra historia reciente, con un gasto público disparado y una deuda pública que ya supera los 1,5 billones de euros.

La inflación y la política de tipos también ha hecho que las hipotecas se disparen. Este tipo de créditos referenciados a tipo variable, han visto cómo su tipo variable se dispara por tres, haciendo que sus cuotas hipotecarias suban de manera notable.

Es decir, en este 2022 los españoles somos más pobres, mientras el Gobierno dispara su recaudación vía impuestos, se niega a deflactar la tarifa del IRPF para evitar que la inflación siga penalizando por impuestos a los contribuyentes. A las empresas les cuesta más contratar y la creación de empleo se ha frenado. Un panorama preocupante de cara al nuevo año.

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