Miles de transportistas se hallan en una situación insólita ante la nueva modificación del descuento en la gasolina que hasta el 1 de enero afectaba a toda la población. Perderán el derecho a la ayuda a causa de que la ley no cubre a los que trabajan en España sino que tiene en cuenta el lugar de matriculación del vehículo.
Así lo dice el Real Decreto-ley 20/2022 , de 27 de diciembre, "de medidas de respuesta a las consecuencias económicas y sociales de la Guerra de Ucrania y de apoyo a la reconstrucción de la isla de La Palma y a otras situaciones de vulnerabilidad". En él se establece esta modificación del descuento. "Serán beneficiarios de esta ayuda los titulares de los vehículos citados en el apartado 2 del artículo 52 bis de la Ley de Impuestos Especiales que tengan derecho a la devolución parcial del Impuesto sobre Hidrocarburos respecto del gasóleo para uso general que haya sido utilizado como carburante en el motor de los vehículos de su titularidad que figuren matriculados en España".
Desde Primafrío, una de las principales empresas logísticas de España, cuentan a Libre Mercado las consecuencias de esta decisión. "No va a haber un gran impacto dentro de las cuentas de Grupo Primafrío pero porque el descuento anterior no fue demasiado significativo para nuestras cuentas". Sin embargo, "seguramente las empresas con flotas pequeñas vayan a notar este tipo de medidas".
Dada la estrecha relación que tiene España con Portugal, numerosos transportistas trabajan en ambos países y, a consecuencia de ello, algunos de sus vehículos figuran matriculados en el país luso. Sin ir más lejos, Grupo Primafrío tiene buena parte de su flota en esas condiciones. "Grupo Primafrío tiene vehículos matriculados en Portugal porque tiene sede y base operativa en ese país. Hace años se estableció en Huelva por la recogida de la fresa y se fueron contratando muchos chóferes portugueses por su proximidad. Contratamos en ambos países".
De esta manera, la decisión del Gobierno de dejar de lado a los transportistas con matriculación extranjera, aunque trabajen en España, afectaría a pequeñas empresas de transporte, especialmente aquellas que operen alrededor de las fronteras y que recurran a chóferes de países vecinos. Esto es, por lo tanto, una manera de generar desigualdades entre los transportistas en función del territorio en el que operen y la composición de su flota.