El Gobierno celebra que la inflación ha cerrado el año 2022 solo en el 5,7%. Este dato sigue siendo desorbitado y tiene un claro sesgo estadístico porque significa que los precios siguen subiendo y porque se compara con diciembre de 2021, donde la inflación ya subía un histórico 6,5%.
Pero entre los datos que publicó la semana pasada el INE, si hay unas cifra verdaderamente aterradora es la escalada en el precio de los alimentos, los bienes básicos por excelencia, un epígrafe que ha disparado la friolera del 15,7%. Así, productos tan necesarios como las legumbres, la leche o los huevos están ya a precio de oro. A continuación algunos ejemplos.
Si hace un año una docena de huevos costaba un euro y medio, el mismo producto alcanza ahora los 2,21 euros, lo que supone un encarecimiento de más del 30%. Con la leche ocurre lo mismo: el cartón ha pasado de costar 65 céntimos a más de un euro en 12 meses, casi un 40% más. Y si tenemos en cuenta que la subida de los salarios en España ha sido del 2,78%, la perdida de poder adquisitivo de los consumidores es desorbitada.
Estos son los estragos que está causando la inflación en el bolsillo de todos los ciudadanos cuando van a hacer la compra. Mientras, el Gobierno le resta importancia y ha tardado más de un año en bajar el IVA solo de algunos productos alimentarios.